Para localizar al joven, de nacionalidad rumana y sin antecedentes policiales, los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Armilla se pusieron en contacto con las operadoras de telefonía móvil para averiguar, a través del IMEI, dónde se encontraba el teléfono, según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa.

En paralelo, la Guardia Civil ha investigado a una vecina de Atarfe de 28 años por un supuesto delito de apropiación indebida, también de un teléfono móvil, que encontró en la calle.

En vez de devolverlo, le puso una nueva tarjeta SIM y se lo quedó. No obstante, el propietario del teléfono denunció ante la Guardia Civil haberlo perdido el pasado mes de junio de 2017, y los agentes averiguaron, tras las pesquisas oportunas con las compañías telefónicas, que desde el día que lo perdió el teléfono estuvo en poder de la investigada.

En el municipio metropolitano de Atarfe, a lo largo de 2018, la Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a ocho personas relacionadas con la sustracción y la apropiación indebida de teléfonos móviles.