En declaraciones a Europa Press, el Defensor ha asegurado que "estaba muy esperanzado y seguro de que una causa como esta no podía terminar en una condena", porque "pedir diez año de prisión por salvar vidas era una atrocidad y eso sería volver otra hacia atrás".

"Los estados europeos y todo el mundo tienen el compromiso de salvar vidas de seres humanos que se están muriendo en el mar", afirma Maeztu, que reitera "su satisfacción, su gozo y su alegría por esta decisión", que, añade, "me hace recobrar la esperanza". Además, el Defensor ha querido transmitir su apoyo a los bomberos y a la ONG Proem-AID.

En este sentido, Maeztu señala que otra causa como es la que la activista Helena Maleno tiene abierta en Marruecos "debe terminar en el mismo sentido", al tiempo que expresa que "el problema de los refugiados son las muertes y salvar vidas, y no que aquellos que cooperan se vean encausados absurdamente".