El consumo de drogas impide dar por rehabilitado al 'violador de la Verneda'

  • Gregorio Cano superó en prisión los programas de rehabilitación establecidos para este tipo de violadores.
  • En su juicio, admitió haber agredido sexualmente a 17 mujeres escudándose en el consumo de drogas.
Gregorio Cano sale de prisión.
Gregorio Cano sale de prisión.
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Gregorio Cano sale de prisión.

El consumo de drogas impide dar por rehabilitado al 'violador de la Verneda', que este jueves ha salido de prisión tras cumplir 20 años de cárcel, pese a que siguió los programas de control sexual en prisión y no reincidió en las salidas que se le autorizaron.

Gregorio Cano, conocido como el 'violador de la Verneda', ha asegurado al salir de prisión que está "muy arrepentido" de los 17 delitos de agresión sexual por los que fue condenado y ha afirmado que ha logrado rehabilitarse, ya que los programas "son efectivos si uno quiere; si uno no quiere va a seguir igual, yo lo he logrado", ha insistido.

Según han informado fuentes judiciales, Cano superó en prisión los programas de rehabilitación establecidos para este tipo de violadores múltiples, hasta el punto de que la dirección general de Instituciones Penitenciarias autorizó que se le concedieran permisos puntuales para habituarse a la vida fuera de prisión.

El acusado no reincidió en ningún delito durante las salidas que se le concedieron, según han explicado las mismas fuentes.

No obstante, en el control posterior a uno de estos permisos, Cano dio positivo por consumo de drogas, por lo que perdió los beneficios penitenciarios de los que disfrutaba puntualmente y a partir de entonces los informes advirtieron de su riesgo de reincidencia.

De hecho, en su juicio, Gregorio Cano admitió haber agredido sexualmente a 17 mujeres escudándose en el consumo de drogas, dado que aseguró que entre los años 1997 y 1998, en que perpetró las violaciones, era consumidor habitual de éxtasis y "speed".

Instituciones Penitenciarias considera que el 'violador de la Verneda' sigue presentando un alto riesgo de reincidencia debido a que el consumo de drogas le impide mantener el grado de consciencia necesario sobre las consecuencias de sus actos.

Gregorio Cano siguió los programas de control sexual para violadores o pedófilos que se organizan desde 1996 en los centros penitenciarios de Cataluña y que son voluntarios, han señalado las mismas fuentes.

En dichos programas, diseñados a medida del perfil del condenado y que incluyen tratamiento individual y también grupal, los agresores sexuales aprenden a identificar las situaciones y conductas de riesgo -como deambular sin rumbo por las calles- y a desarrollar una actitud empática con las víctimas.

Vigilancia

Al haber sido condenado con anterioridad a la reforma del Código Penal de 2015, Cano no puede ser objeto ahora de los programas de libertad vigilada, en los que se acostumbran a utilizar mecanismos telemáticos de control durante los diez años, prorrogables, posteriores a la salida de prisión de este tipo de violadores.

En el caso de Gregorio Cano, que ha cumplido veinte años de prisión por 17 agresiones sexuales cometidas entre 1997 y 1998, la Fiscalía ha ordenado a los Mossos d'Esquadra que sometan al violador múltiple a una vigilancia "no invasiva".

Según expertos en seguridad, en este tipo de dispositivos de vigilancia no invasiva se acostumbra a hacer un seguimiento "discreto" del expreso, para establecer sus pautas de rutina diarias, sobre aspectos sobre dónde acostumbra a moverse, con quién se ve y qué horarios sigue.

Para poder establecer sus pautas de rutina, se somete al expreso a un control que en los primeros días acostumbra a ser intensivo, por lo que se requieren al menos dos agentes en el turno de mañana, dos en el de tarde y otros dos en el de noche.

Otro de los mecanismos que se acostumbran a seguir en este tipo de dispositivos es distribuir una fotografía suya a las unidades de seguridad ciudadana, para que, si le ven por la calle durante su patrullaje, puedan avisar a la central de sus movimientos.

En el caso de Cano, la Fiscalía también ha ordenado a los Mossos d'Esquadra que se pongan en contacto con sus víctimas para ofrecerles protección durante un mes, prorrogable, aunque los expertos en seguridad coinciden en subrayar que tienen el mismo riesgo de volver a ser atacadas que cualquier otra mujer.

Más allá de este control no invasivo, los expertos en seguridad consultados también remarcan la importancia de que se impulse la pedagogía sobre este tipo de casos y se difundan consejos sobre medidas de prevención, como extremar la precaución al entrar en ascensores o aparcamientos y gritar auxilio en caso de ataque, ya que, advierten las fuentes, el "riesgo cero" no se puede garantizar.

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