Carlos tiene 70 años. Cuando sale de casa se desorienta y, a veces, no se acuerda del nombre de su nieto. Su caso está siendo estudiado por un grupo de investigadores andaluces que trabajan en el diagnóstico precoz del alzhéimer, enfermedad que padecen 60.000 personas en la región. No es el único enfermo sometido a las pruebas que le realizan en la Universidad Pablo de la Olavide (UPO) y el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Hay 80 personas más entre 55 y 70 años.

Cuarenta de estos mayores están sanos  y otros 40, como Carlos, sufren deterioro cognitivo leve (DCL) de tipo amnésico; es decir, pérdida de memoria.

El equipo lleva dos años haciénodoles un seguimiento y aún le quedan otros tres más de ensayos. «Queremos establecer la diferenciación entre las personas mayores sanas que no tienen patologías  neurodegenerativas y las que sí las sufren, algo que aún no se conoce», explica José Luis Cantero, fisiólogo e investigador principal del proyecto.

Se sabe que el 10% de las personas que sufren pérdida de memoria, al pasar un año, padecen alzhéimer y cinco de cada diez al pasar tres. «Célula que muere, célula que no se regenera. Es una muerte neuronal progresiva», dice el doctor. El proyecto, subvencionado por el Ministerio de Educación y Ciencia, la Consejería de Innovación de la Junta y la UE, es pionero en España, en cuanto a la variedad de marcadores estudiados (genéticos, bioquímicos, neuropsicológicos, neurofisiológicos, etc). De ahí que participe un equipo multidisciplinar compuesto por radiólogos, neurólogos, fisiólogos, ingenieros, informáticos y expertos en medicina nuclear.

DATOS

Investigador principal José Luis Cantero.

Financiación 552.000 euros.

Futuro Trabajan en la búsqueda de una combinación de marcadores que permitan distinguir el envejecimiento normal de las fases tempranas de la enfermedad de Alzheimer.