Decenas de personas se reunieron este sábado para rendir homenaje al alcalde de la población pirenaica de Fago (Huesca) Miguel Grima y guardar un minuto de silencio en su memoria, en el mismo lugar en el que, hace un año, fue asesinado y arrojado a la cuneta.

El homenaje, convocado por la Comarca de la Jacetania, de la que el edil formaba parte como consejero, se llevó a cabo ante un hito de madera situado en la carretera local que discurre entre Fago y Majones y en el que se lee "Aquí fue vilmente asesinado Miguel Grima Masiá". De este hito cuelga un texto de Bertold Brecht dedicado a Grima por sus amigos y una hoja de papel con un sencillo poema, colgado de forma anónima por una persona que se identifica con la firma "un hombre legal".

Minuto de silencio

El presidente de la Comarca de la Jacetania, Alfredo Terrén, fue el encargado de dar lectura a un manifiesto para expresar la "admiración y respeto" de los municipios de la zona a la labor desarrollada por Grima en favor de su pueblo, y manifestar al tiempo el sentimiento de "rabia" que provocó su asesinato.

En la lectura del escrito, consensuado previamente en el consejo comarcal de la Jacetania, se resaltó la "pasión y vehemencia" con la que defendía los intereses de su pueblo, antes de "caer indefenso en una emboscada preparada para acabar con tu vida".

Repulsa hacia el asesinato

A través de su manifiesto, los alcaldes de la Jacetania expresaron su "enérgica repulsa" al asesinato del edil, así como su deseo "de que se haga justicia cuanto antes, cayendo todo el peso de la ley sobre quien los jueces y tribunales consideren culpable de omitir el Estado de Derecho y de tomarse la justicia por su mano".

En declaraciones a los medios, el presidente de la Jacetania, que fue quien localizó el cadáver de Grima tras el crimen, aseguró que toda la comarca está aún afectada por el crimen y pendiente del juicio que debe enfrentar a su presunto asesino, Santiago Mainar, con un jurado popular.

"Estamos pendiente -subrayó- de que salga el juicio y se solucione el caso, porque la mayoría de las personas que vivimos aquí no hemos encajado aún la historia de lo que pasó". En este mismo sentido se pronunciaron los vecinos de Fago que asistieron al acto, para quienes Grima era una "persona recta" que se enfrentó a numerosas dificultades en su voluntad de "hacer cumplir" las leyes a todos los habitantes de la población.