La Asociación de Memoria Histórica entrega los restos de dos represaliados en A Pobra do Brollón a sus familias

  • Los restos del sastre José Rodríguez Silvosa y del ganadero Ramón Somoza, asesinados por disparos de la Guardia Civil en 1938, han sido entregados por la Asociación de Recuperación de Memoria Histórica este sábado a sus familias en un acto celebrado en A Pobra do Brollón (Lugo) en el que se ha homenajeado también a los represaliados durante la Guerra Civil.
Acto en A Pobra do Brollón
Acto en A Pobra do Brollón
ARMH
Acto en A Pobra do Brollón

Los restos de José y Ramón -que también había sido concejal socialista en Monforte en la II República- fueron exhumados en Castroncelos, en tumbas localizadas por la Asociación (ARMH) en el atrio de la iglesia, a las que se llegó por los indicios y las informaciones descubiertas cuando se buscaba a los hermanos García Moral.

José Rodríguez Silvosa, de 31 años, viudo y con tres hijos, y Ramón Somoza, soltero y de 39 años, fueron tiroteados en julio de 1938 por la Guardia Civil cuando eran conducidos por el camino de Salcedo y Castroncelos, por "intentar fugarse", según se recoge en la documentación judicial existente y hecha pública por la ARMH.

Sus cuerpos habían aparecido en la madrugada del 14 de julio de ese año "tendidos en el suelo, boca abajo, uno con la cabeza hacia el oeste y otro hacia el norte, hallándose el que aparece con la cabeza hacia el Norte vestido con un traje claro en buen estado y el otro con ropa bastante deteriorada, calzando alpargatas blancas y el otro con buenos zapatos de cuero", según recogía el reconocimiento médico practicado en aquel momento.

Sus restos fueron entregados a sus familiares en un emotivo acto celebrado en el salón de actos del Ayuntamiento de A Pobra do Brollón, iniciado con la Marcha do Antigo Reino de Galicia. A las manos de los familiares llegaron también los pocos objetos localizados en las fosas: unos gemelos, un cinturón y unas llaves de Silvosa, y unos botones de Somoza.

"A nivel personal ha sido muy emocionante, y para las familias ha sido increíble, para la familia de Silvosa más, sus padres ya eran huérfanos de madre y en 1938 se quedaron sin padre", ha explicado Carmen Rodeja, miembro de la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica.

Una ofrenda floral a los represaliados de A Pobra do Brollón, en el exterior de la casa consistorial, con la presencia de los alcaldes de esta localidad y de Monforte, inició un homenaje que después prosiguió en el salón de actos con la lectura de un texto de Olga Novo y el recuerdo, con la presencia de su hija, al alcalde de A Pobra do Brollón, Antonio Reboiro Rodríguez, represaliado en el año 1936.

No faltaron tampoco las referencias a los hermanos García Moral, "gracias a los que se localizaron los restos de José y Ramón". "Iniciamos la búsqueda de los dos hermanos, pero no aparecieron porque hubo unos cambios en el edificio de la iglesia, pero al final pudimos tener un final feliz, encontrando primero los restos de Silvosa y después los de Somoza", ha explicado Carmen Rodeja, que ha avanzado que se confía en retomar la investigación iniciada "en un par de meses".

Las palabras de Víctor Bermúdez, nieto de Silvosa, y de José Antonio Somoza, sobrino nieto de Somoza, marcaron un acto en el que también tomó la palabra el arqueólogo Xurxo Ayán, así como Xulio Valcárcel los alcaldes de Monforte, José Tomé, y de A Pobra do Brollón, José Luis Maceda Vilariño, y que cerró la música del Himno Gallego y una comida de confraternización.

SILVOSA Y SOMOZA

La ARMH relata que José Rodríguez Silvosa era natural de Lugo, en donde había nacido, supuestamente, en 1907. Era viudo y tenía tres hijos, trabajaba como sastre y residía en Monforte desde 1936, pocos meses antes del estallido del golpe de Estado.

Participaba en la resistencia al golpe de Estado en Monforte de Lemos, pero tras la toma de las fuerzas falangistas del control, se vio obligado a huir a las montañas.

Por su parte, la Asociación explica también que Ramón Somoza Álvarez, era natural de Ponte Canedo, nacido en 1899. Pertenecía al Partido Socialista de Monforte, del que había sido concejal durante la II República. Había sido condenado a seis años de prisión unos meses antes de la revolución de octubre de 1934, implicado en un depósito de dinamita junto con varios miembros más del PSOE, aunque con posterioridad fue amnistiado.

Al igual que José, Ramón participó en la resistencia que existió en Monforte contra los militares sublevados contra el gobierno republicano, aunque logró escaparse a finales de julio de 1936, hasta que fue detenido cuando tenía 39 años de edad.

Tras la localización de sus cuerpos, las investigaciones, se expone desde la ARMH, llegaron al Juzgado de Instrucción de Quiroga, quien ordena a la Guardia Civil de A Pobra do Brollón que investigue lo ocurrido y solicita al Juzgado de Instrucción de Monforte que localice a los familiares.

Solo se localizó a la madre de Ramón Somoza, casi quince días después, que ya era conocedora del fallecimiento violento de su hijo "por rumores". La familia de José Rodríguez, viudo, no pudo ser informada.

En el transcurso de las investigaciones documentadas, el Comandante Militar respondió que José y Ramón "fueron muertos por la Guardia Civil, cuando eran conducidos por el camino de Salcedo y Castroncelos, por intentar fugarse".

El 16 de noviembre se decidió el sobreseimiento del caso. Días antes, el General Jefe de la Octava Región Militar había pedido al Jefe del Tercio que llamara la atención al Teniente de la Guardia Civil, Manuel Losada, para que "adopte las máximas previsiones al objeto de evitar que la fuerza se vea en el trance de hacer uso de sus armas con tan fatales consecuencias".

"ESTO ES UNA BÚSQUEDA CONTRA RELOJ"

El representante de la ARMH, Marco González, ha lamentado, en declaraciones a Europa Press, que "la represión en Galicia todavía está sin contabilizar, y el tema de la ubicación de fosas es muy complicado".

"Estas se han encontrado a través de la petición de otros familiares, pero en Galicia todavía queda mucho trabajo por hacer", porque no existe un mapa de fosas ni de la represión y el trabajo que se desarrolla es gracias a los recuerdos y al conocimiento popular en muchas ocasiones.

Y envía una reivindicación a la Xunta de la urgencia de realizar un "un mapa de fosas y hacer un censo de personas desaparecidas pueblo por pueblo", como existe en Navarra o en el País Vasco, y con acciones similares a las que se están realizando en Andalucía.

Se trata, remarca, de una "búsqueda contra reloj": el sobrino de Somozas, que se había implicado en la búsqueda, falleció recientemente y ya no pudo estar en el acto para recoger los restos encontrados en la fosa.

"Es una búsqueda contra reloj, el trabajo de la asociación es urgente, porque ellos son los primeros interesados, pero están los nietos y los bisnietos a los que tenemos la obligación de dar la respuesta, para poder resolver esa incógnita del pasado más reciente", ha concluido.

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