La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha asegurado sobre la sentencia a 'La Manada' que el Consell comparte el "sentir social" que está criticando en pueblos y ciudades que "una violación no sea conceptuada como una violación" y ha agregado: "No es abuso, es violación y esta sociedad lo tiene claro".

Así se ha pronunciado Oltra en la rueda de prensa posterior al pleno al ser preguntada sobre su valoración de la sentencia del juicio de 'La Manada', por la que se ha condenado a los cinco acusados a penas de 9 años de prisión por abuso sexual, y no por agresión sexual, a una joven en las fiestas de San Fermín del 2016.

"Desde el Consell estamos compartiendo el sentir social que está haciendo que las plazas de los pueblos y ciudades de todo el país estén llenas de mujeres, y también de hombres, diciendo que les parece intolerable que una violación no sea conceptuada como una violación", ha dicho.

Oltra ha señalado que "España debería unirse al grupo de países más avanzados que entienden que cuando no hay consentimiento hay violación, sin más adjetivación", porque el Código Penal "requiere dos requisitos para que haya violación, la violencia y la intimidación".

No obstante, ha proseguido, en este caso la violencia e intimidación, "tal y como describe la propia sentencia en los hechos, está fuera de toda duda". Ha cuestionado que se exija "que pongas en riesgo tu vida y tu integridad física para demostrar que no querías que se te violara".

"18 años, tíos de entre 25 y 30 años, cinco, pues no sé qué se esperaba de esta chica, qué tenía que haber hecho. El miedo en una situación así cualquiera se lo puede imaginar si tiene un poco de empatía y se pone en el lugar de una chica de 18 años a la que cinco tíos cogen en un portal y violan repetidamente por todos los orificios de su cuerpo", ha aseverado.

ALEGRÍA POR EL RECURSO DE LA FISCALÍA

Por ello, ha mostrado su alegría al conocer que la Fiscalía piensa recurrir la sentencia y ha incidido en que las mujeres quieren "ir tranquilas por la calle de día y de noche, sin que nadie se crea con el derecho de agredirnos sexualmente".

A su juicio, el pasado 8 de marzo "marca un antes y un después de lo que este país está dispuesto a tolerar y eso debe calar, como la lluvia fina, en todos los ámbitos de la vida, incluso el ámbito judicial en este caso".

La sociedad, ha dicho, no está dispuesta "a que las agresiones y la violencia sobre las mujeres no tengan la contestación contundente del conjunto de la sociedad de condena y de censura".