La voz de los madrileños se hace escuchar, y lo hace a través de una serie de proyectos que se desarrollarán con los llamados presupuestos participativos, que ya alcanzan su tercera edición. Esta vinculación ciudadana a la mejora de la ciudad se realiza con Decide Madrid, una plataforma en la que los vecinos reclaman los proyectos que consideran necesarios.

A partir de ahí y tras pasar por varias fases, el Ayuntamiento  elige los que más apoyo tienen entre los ciudadanos. Para 2018 se han ido acumulando algunos que necesitan más tiempo para llevarse a cabo: 24 de ellos han sido confirmados por la Junta de Gobierno a la espera de corroborarse del todo en el Pleno de este lunes.

En ellos, la inversión realizada será de 13,1 millones de euros, han confirmado fuentes consistoriales.

Está previsto que las principales reformas se acometan en los patios de los colegios  públicos de varios distritos. Para los de San Blas la idea construir un entorno sostenible y mejor preparado no solo para los alumnos, sino también para que el centro pueda tener otros usos fuera del horario lectivo.

El colectivo de directores de los colegios públicos del distrito, en concordancia con los padres, solicitan una mejora del acondicionamiento de los patios, centrándose en la pavimentación pero también una remodelación del entorno. Asimismo, van a proponer que sean los propios alumnos los que comenten cómo les gustaría que fuera su colegio.

Luis Alfonso Eusebio, director del colegio Marqués de Suanzes explica a 20minutos el objetivo de la medida. "Nuestros colegios públicos no es que estén abandonados, pero necesitaban un importante lavado de cara, porque ya tienen muchos años", explicó. Además, este centro tiene una peculiaridad: cuenta con integración preferente de alumnos con discapacidad motora. "En ese sentido, el colegio tiene fallos", esgrime Eusebio.

En el colegio María Moliner, la AMPA se suma a esa tesis y reclama que las ayudas "no son suficientes" y que los patios necesitan "reformas profundas porque el colegio es muy antiguo". Rebeca Fernández, de la asociación, añade además que han pedido "cuatro cosas contadas" y solo les han concedido "dos".

Con el cambio del cruce de Diego de León a la calle Béjar, se ha puesto en relieve la necesidad de una peatonalización, tal como reclaman los vecinos del distrito de Salamanca. Piden que con esta medida se pueda desincentivar los actuales puntos sucios en la primera manzana de la calle, o al menos facilitar su limpieza y poner en valor una de las zonas «más degradadas del distrito». El coste rondaría los 700.000 euros.

Por otra parte, los jóvenes del distrito de Salamanca podrán disponer de un rocódromo y una pista de skate, así como un cine de verano, como solicitaron, para el parque Eva Duarte.

En este punto el proyecto con mayor dotación fue aprobado ya en 2016. Es la reforma de las instalaciones deportivas de Oña-Sanchinarro, en Hortaleza. Las inversiones se harán en cerramiento de los campos de fútbol, restauración profunda de los vestuarios, colocación de un nuevo botiquín y creación de un área de instalaciones técnicas y almacenes generales.

En Chamberí, por su parte, solicitan la construcción de una pista de hockey para los 200 niños del barrio que lo practican, puesto que hasta el momento han tenido que desplazarse para poder entrenar.

Otros esfuerzos se centrarán en promover el uso de energías renovables y "tejados verdes", proyectándolo hacia los edificios de viviendas.

Pablo Soto, delegado de Participación y Área Ciudadana del Ayuntamiento de Madrid defiende esta propuesta por entender que fomenta la "participación" de todos los madrileños. "Es una manera de atender sus demandas", recalca. Al mismo tiempo, reconoce que siempre hay "trabas" y muchos proyectos "no se pueden hacer en un año".

Concluye añadiendo que, además, se reciben "más de mil propuestas" por lo que "hay que priorizar las necesidades".