La llegada de los robots no destruirá empleos sino que redistribuirá tareas

  • Un estudio del Instituto Cuatrecasas y Adecco reconoce que será necesario "un auténtico cambio cultural" para una incorporación exitosa de los robots.
  • Animan a las empresas a desplegar acciones para facilitar que los empleados "abracen" el cambio.
Un vehículo de guiado automático (AGV), que emula a una enfermera, transporta documentos especiales en el Hospital General de Mongkutwattana, en Bangkok (Tailandia). El hospital utiliza tres robots para trabajos relacionados con el papeleo, con la intención de reducir costes y ayudar por la falta de personal.
Un vehículo de guiado automático (AGV), que emula a una enfermera, transporta documentos especiales en el Hospital General de Mongkutwattana, en Bangkok (Tailandia). El hospital utiliza tres robots para trabajos relacionados con el papeleo, con la intención de reducir costes y ayudar por la falta de personal.
Rungroj Yongrit / EFE
Un vehículo de guiado automático (AGV), que emula a una enfermera, transporta documentos especiales en el Hospital General de Mongkutwattana, en Bangkok (Tailandia). El hospital utiliza tres robots para trabajos relacionados con el papeleo, con la intención de reducir costes y ayudar por la falta de personal.

La implantación de robots en las empresas no conllevará necesariamente una pérdida de puestos de trabajo, sino una redistribución de las tareas, según concluye el informe 'Robótica y su impacto en los recursos humanos y en el marco regulatorio de las relaciones laborales' presentado por el Instituto Cuatrecasas y Adecco. Este documento aboga por que el Gobierno impulse políticas de formación de trabajadores y no trabas económicas a las compañías que apuesten por la robotización.

En concreto, el estudio considera que la robótica conlleva una redistribución de tareas en la que los robots complementan y aumentan la labor del humano realizando actividades rutinarias y, posiblemente, las más peligrosas. Aunque reconoce que a corto plazo la implantación de la robótica tendrá "ineludiblemente consecuencias en la reducción de plantilla en la empresa", esta deberá complementarse con "una extensa e intensa política de recualificación profesional" para facilitar la recolocación interna.

Según el estudio, no es frecuente que las plantillas estén preparadas para la integración de robots o lo hacen de manera parcial, por lo que para una incorporación exitosa será necesario "un auténtico cambio cultural". Así, indica que el cambio deberá ser asumido, en primera instancia, por la alta dirección de la empresa, mientras que los departamentos de recursos humanos deben tomar el rol de dinamizadores del cambio mediante la adopción del impacto de la robótica en su propia actividad y el despliegue de las acciones necesarias para facilitar que los empleados "abracen" el cambio.

En este sentido, el informe apunta que la creciente automatización de las actividades individuales hace que los empleados necesiten interactuar más activamente en el lugar de trabajo con los robots como parte de sus actividades diarias, lo que genera una plantilla interactiva de personas-robots.

La robótica no debe ser una alternativa al empleo

El secretario general de Adecco, Santiago Soler, reconoce que existen retos y amenazas y que el principal problema será la falta de competitividad: "Se trata de trabajar con conocimiento de causa y tener un plan de acción al respecto". En su opinión, "la robótica no debe ser una alternativa al empleo, ya que supone ganancias de productividad y, cuando hay ganancias de productividad, el empleo se mantiene o se mejora".

En cuanto a la adaptación del marco regulatorio a los desafíos que plantea la implantación de la robótica en los recursos humanos, ya que en España no hay una ordenación legal específica sobre el concepto jurídico de robot, el Instituto Cuatrecasas considera que, desde la perspectiva del mercado de trabajo, "no sería deseable limitar el derecho de los empresarios a decidir sobre la incorporación y desarrollo del elemento robótico en el proceso productivo".

En este sentido, el presidente del Instituto Cuatrecasas, Salvador del Rey, reclama "cautela" a la hora de adoptar determinadas medidas protectoras del empleo, como sería un impuesto sobre los robots o una cuota humana, ya que "una hiperregulación puede ser un peligro para la capacidad de desarrollo de una tecnología", así como un "riesgo" para la creación de nuevos empleos emergentes.

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