Los hechos sucedieron durante la madrugada del pasado 9 de abril, cuando la Guardia Civil fue alertada porque un vehículo había golpeado a tres vehículos estacionados en la calle San Ignacio de Las Gabias.

Uno de los propietarios contó a los agentes que llegó a ver la matrícula del turismo que chocó contra el suyo, pero no al conductor. La Guardia Civil localizó el vehículo huido en un descampado; tenía numerosos daños y lo habían abandonado abierto, con las llaves puestas y las luces encendidas.

Minutos después los agentes eran informados de que el propietario del coche estaba denunciando en una comisaría de Policía Nacional de Granada que se lo habían robado en las inmediaciones de una conocida discoteca granadina.

Durante la inspección ocular los agentes encontraron una factura de un restaurante de comida rápida de Granada que fue expedida cuando supuestamente el coche ya estaba robado.

La Guardia Civil revisó las imágenes de las cámaras de seguridad del restaurante y comprobó que quien conducía el vehículo era el joven investigado, con lo que quedaba demostrado que el coche no había sido robado y lo que pretendía con la denuncia era eludir su responsabilidad en los daños que sufrieron los tres coches a los que presuntamente embistió esa noche.