Sexo: las chicas temen no ser deseadas y los chicos no dar la talla

Los chicos y las chicas españolas de 16 a 19 años afrontan su sexualidad de manera radicalmente opuesta y movidos por estereotipos impuestos, según el estudio Los jóvenes y el sexo realizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, el Instituto de la Juventud y Caja Madrid.

Pilares del esterotipo

Los jóvenes, según el estudio, piensan que "Los chicos son y tiene que ser 'sexuales'" y que "las chicas son quienes tienen que controlar" y ser responsables. Cualquier conducta juvenil que no responda a este patrón es censurada por el grupo.

Los comportamientos que se salen de esta pauta son "ahogados" por el resto.

Cambios en las chicas

La chicas son las únicas que tratan de romper ese estereotipo: Los cambios en el rol femenino están orientados por “ser más como los hombres” más que por “ser más mujeres".

La chicas buscan más libertad de acción, antes que cambiar actitudes profundas: deben superar un cierto sentimiento de fracaso y el riesgo del rechazo cuando deciden actuar por su cuenta.

Los cambios se refieren a un futuro “más libre” pero también “más desengañado.

Los chicos escenifican el deseo

Los chavales declaran que "deben sentir, vivir, realizar y escenificar su deseo". Establecen una supuesta búsqueda continua de sexo, hacen ostentación de esa búsqueda, fijan el encuentro sexual como fin, ponen pocas exigencias, caen en la infidelidad y no sienten culpa por ello.

Sin embargo, para ellas...

El sexo es la culminación de un proceso lleno de aspiraciones emocionales, en el que no pueden llevar la iniciativa.

Además, para las chicas el galanteo no es sinónimo de sexo

Los miedos de las chicas

No ser suficientemente atractivas/deseadas

No saber moverse entre el “tener que esperar” y el “decidir” Que “se juegue con ellas”, que “se las engañe”

Que “se les haga daño” (daño físico, daño por desatención, daño por frustración)

Los miedos de los chicos

“No dar la talla”

No saber ser “varón maduro”, convirtiéndose en “varón domado”

Que la pareja no soporte su juego continuo de seducción de otras

Momentos para "desfasar"

Los jóvenes asocian el ocio al sexo ocasional. El ocio se vive como paréntesis normativo (unas horas en las que todo vale), sin más límites que el disfrute

Caben: alcohol, estimulantes, frivolización, contactos...

No caben: compromiso, prudencia, cálculo...

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