En apenas tres meses, de la "creciente incertidumbre" que el Fondo Monetario Internacional (FMI) observaba en España por la crisis política en Cataluña —y que le llevó a rebajar una décima su previsión de crecimiento— parece no quedar rastro. Y eso, a pesar de que no se ha producido ningún avance para desbloquear el conflicto institucional en la región tras las elecciones del pasado mes de diciembre.

Cataluña sigue bajo la aplicación del 155 y sin presidente autonómico. Pero el organismo dirigido por la francesa Christine Lagarde, sin embargo, augura un año más prometedor que el vislumbrado en enero. El Fondo estima que la actividad crecerá en España un 2,8% en 2018— cuatro décimas más que a inicios de año— y sigue así la rciente estela optimista que dibujó el Gobierno al sumar tres décimas (2,7%) a su previsión y el BBVA al añadir cuatro a la suya  (2,9%).

El Fondo —que eleva también una décima (2,2%) a su previsión de alza del PIB para el próximo año— sitúa así a nuestro país al frente del crecimiento económico de las principales economías de la UE. Ni Alemania, ni Francia, ni Italia, ni Reino Unido alcanzarán los porcentajes de incremento de actividad que mostrará España en 2018 y en 2019.

Pero eso no quiere decir que el FMI no observe debilidades en España. Y bien que las destaca en su Informe de Perspectivas publicado este martes. Son principalmente dos: los problemas del mercado laboral y una elevada deuda pública que apenas baja su peso respecto del PIB. En 2017 apenas descendió siete décimas, hasta el 98,3%.

Tanto el Banco de España como la Comisión Europea urgen a España a recortar con prontitud su endeudamiento debido al lastre que los intereses suponen en los presupuestos... y por posicionar al país mejor ante una futura nueva crisis. Pero la cosa va con calma. El Gobierno espera cerrar el año con un deuda del 97% del PIB y el próximo, del 95,4%. Unos niveles que nada tienen que ver con la deuda inferior al 40% que existía antes de la crisis. De momento, en febrero, en cifras absolutas, la deuda de las administraciones ha vuelto a marcar un nuevo récord.

"En la zona euro hay varios países que han agotado su espacio fiscal y deberían llevar a cabo una consolidación en épocas de crecimiento", dice el FMI en su informe, que cita a España entre estos países. "Sus ratios de deuda pública se unen a una tendencia demográfica desfavorable y esto requiere una mejora de su balance estructural primario para rebajar firmemente la deuda". En otras palabras, que España debería saldar ya su déficit público, sin esperas, para no verse obligado cada año a renovar deuda para cubrir el desajuste entre los gastos y los ingresos de las administraciones.

La otra lupa del organismo se coloca sobre su mercado laboral. En otras ocasiones el FMI puntualizaba que el contrato único podría ser una solución para que España dejase de ser el segundo país de la UE con mayor tasa de temporalidad (26,7%), solo superado por Polonia. En este informe se limita a decir que España "debería reducir la dualidad laboral", sin proponer medidas para atajarlo.

Pero no es la única debilidad laboral que el organismo observa en España. También recomienda "reducir la diferencia de indemnizaciones por despido entre temporales e indefinidos"—sin especificar cuál debería acerca a cuál— e "impulsar las perspectivas de empleo para los jóvenes y parados de larga duración mediante formación y políticas activa de empleo".

Estas ineficiencias laborales mantienen casi intactas las previsiones sobre la tasa de paro para España. El FMI espera que el país cierre con una tasa de paro del 15,5% en 2018 y del 14,8% en 2019. Son apenas una décima y dos décimas menos respectivamente que en su anterior augurio. Y superan con mucho los cálculos del Gobierno, que espera una tasa de desempleo del 12,9% para finales del próximo año, o del BBVA que la recorta al 13,7%.

También es algo más pesimista con las previsiones de inflación de este año. El Fondo eleva dos décimas (hasta el 1,7%) la subida media de precios prevista para 2018, lo que podría dañar aún más el poder adquisitivo de millones de pensionistas y asalariados.