Hospital Santa Marina: los pacientes recién ingresados se quedan en una planta cerrada por obras, ahora reabierta de urgencia. Reposan sobre camas que ya habían sido retiradas por viejas.

Es la gripe, que este año viene de la mano de otro virus: el de la gastroenteritis. Llegó a Euskadi con el año nuevo y los servicios sanitarios están saturados. Osakidetza advierte de que aún queda lo peor, que el pico de la enfermedad llegará entre el 14 y el 27 de enero. «Vendemos muchísimos antigripales. Es raro en unas fechas tan tempranas», se sorprende una farmacéutica de Bilbao.

La sanidad vasca acusa aquí su falta de personal. El Departamento explica que todos los médicos que sacaron el MIR este año están ya en activo. No hay más. Para una cita en el ambulatorio hay que esperar dos días, pero muchos pacientes no quieren aguardar y van al hospital.

«Urgencias es un pantanal. Llega un paciente y no tienes sitio para atenderle.  Sales a la sala de espera, y la gente se queja porque lleva horas allí. Y los guardas de seguridad, discutiendo con las familias porque no les dejan entrar», explica una enfermera de urgencias de Basurto.

«Y, encima, todas estamos ya con gripe». La dirección de este servicio ha prohibido a los acompañantes pasar con los enfermos a consulta para evitar la muchedumbre en Urgencias. Sólo puede haber dos familiares en boxes (compartimento para pacientes que serán ingresados).

Todo este percal, cuando los sindicatos de Osakidetza han convocado a los trabajadores a secundar paros de 15 minutos en demanda de mejores condiciones laborales. Las protestas serán hoy y los días 15, 17, 22 y 24 de enero.

La convalecencia de un enfermo

Xabier Mota. Delineante. 28 años. Vive en Getxo.

«Nos mandan sacar sangre»

«Tengo lo de todo el mundo: una gastroenteritis aguda que me ha dado diarrea, vómitos, fiebre... Además, llevo días mareado, así que el médico me ha mandado a hacer análisis.

Al ir por la mañana al ambulatorio a sacarme sangre, había una cola bastante considerable. Pero, bueno, estoy de baja. Esperé mi turno, y ya está. Para ir a la consulta sólo tuve que esperar dos días. No me pareció necesario marcharme a urgencias».