La cuenca del Ebro no registraba crecidas similares desde 2015 y 2003

  • Las crecidas extraordinarias e inundaciones que sufre estos días la cuenca del Ebro son similares a las que tuvieron lugar en 2015 y 2003, según fuentes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que expone que a pesar de las abundantes precipitaciones acumuladas, la situación en el Duero no permite dar por zanjada la sequía y menos aún en Júcar y Segura.
Crecida Del Ebro A Su Paso Por Zaragoza
Crecida Del Ebro A Su Paso Por Zaragoza
EUROPA PRESS
Crecida Del Ebro A Su Paso Por Zaragoza

De este modo, fuentes ministeriales han explicado a Europa Press que el área más afectada por el deshielo y las precipitaciones en el conjunto de España se encuentra en el eje del Ebro, aguas abajo de Castejón (Navarra) tras la confluencia de los caudales máximos de los principales afluentes (Ega, Arga, Aragón y el propio Ebro).

Así, confirman que la avenida es extraordinaria y similar a la de febrero-marzo del año 2015, o a la de febrero de 2003. En el río Ebro en Castejón (tras la afluencia del Aragón y Arga) el caudal máximo se ha registrado a las 10.00 horas de este viernes, con un valor de 2.682 metros cúbicos por segundo (m3/s), que coincide con los datos pronosticados por el modelo de previsión hidrológica y ahora presenta una tendencia descendente.

Además, informan de que en la cuenca del río Aragón, la gestión de Itoiz y Yesa continúa laminando la avenida. En concreto, el caudal máximo de entrada en Yesa ha sido del entorno de 500 m3/s y salida de 5 m3/s y en Itoiz de 500 m3/s soltándose 100 m3/s. Esto, añaden ha evitado la inundación del casco urbano de Sangüesa (caudal de daños 900 m3/s) y otras poblaciones.

El caudal de salida actual en Yesa es de 50 m3/s y en Itoiz de 150 m3/s. De este modo, la laminación de estos embalses ha supuesto una reducción de unos 600 m3/s en el eje del Ebro.

En este contexto, destaca que la Confederación Hidrográfica del Ebro ha mantenido comunicación y coordinación con Protección Civil de las comunidades autónomas y Delegación de Gobierno, desde hace una semana, el 6 de abril cuando el inicio del anterior episodio de crecida ordinaria que previamente se ha vivido en la cuenca del Ebro.

Así, la Confederación Hidrográfica del Ebro está facilitando información en tiempo real a través del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) Ebro y de sus perfiles oficiales en redes sociales, y a través de las comunicaciones a Protección Civil.

Al mismo tiempo, para paliar la situación la CHE tiene movilizado a su personal, para la vigilancia, como para la realización de actuaciones, como la llevada a cabo ayer en las dos motas defensivas del casco urbano de Novillas, que fueron niveladas antes de la llegada del episodio.

En todo caso, estas fuentes aseguran que el Gobierno a través del MAPAMA y de su Organismo de cuenca está actuando y lo seguirá haciendo en la línea en que lo hizo en las anteriores crecidas de la cuenca en 2015. En aquel momento se invirtieron 30 millones de euros en emergencias en la cuenca del Ebro para incrementar la seguridad de los cascos urbanos.

Al mismo tiempo, este viernes la Dirección General de Protección Civil y Emergencias ha informado de que se ha activado el Plan Estatal de Inundaciones en fase de preemergencia y el Comité Estatal de Coordinación ante el riesgo de inundaciones en fase de prealerta. Por su parte, se ha activado el Sistema 'Copernicus' para obtener imágenes y cartografía satelital del río Ebro.

Este agua que corre por el curso de los ríos a consecuencia de las cantidades de lluvia y el deshielo, por ejemplo en la Demarcación del Duero se tratará de recoger con los embalses de Camporredondo y Compuerto, que lo desembalsa Camporredondo y lo recoge Compuerto, aunque lo más habitual es que el agua desembalsada vaya al río, según admiten desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

En todo caso, exponen que la cantidad a desembalsar se hace de acuerdo con las Normas de Explotación de cada embalse, en cumplimiento del Reglamento Técnico de Seguridad de Presas y Embalses.

En ese sentido, en los embalses de Itoiz y Yesa, en la cuenca del río Aragón, se sigue laminando la avenida, ya que el caudal máximo de entrada en Yesa ha sido del entorno de 500 m3/s y salida de 5 m3/s y en Itoiz de 500 m3/s soltándose 100 m3/s, lo que ha evitado la inundación del casco urbano de Sangüesa (caudal de daños 900 m3/s) y otras poblaciones.

En este momento el caudal de salida en Yesa es de 50 m3/s y en Itoiz de 150 m3/s. La laminación de estos embalses ha supuesto una reducción de unos 600 m3/s en el eje del Ebro.

Mientras en unas zonas se trata de regular la crecida del río para minimizar sus efectos sobre la población y los bienes, la sequía no ha llegado a su fin.

A ese respecto, fuentes del Ministerio reconocen la indudable mejoría notable experimentada en la demarcación del Duero en los últimos meses. Esta cuenca, que se rige por el Real Decreto de Sequía, hay existen dos sistemas, el del Carrión y el Pisuerga Bajo-Duero a los que aún les queda por recuperar los valores normales, pero consideran que las cifras podrían mejorar si sigue lloviendo.

En el resto de los sistemas de la cuenca la campaña se desarrollará con normalidad, según se puso de manifiesto en la comisión de desembalse que se celebró a primeros de mes.

Por su parte, indican que las cuencas del Segura y del Júcar están experimentando una recuperación más lenta. En la del Segura, los embalses están al 26,1 por ciento de su capacidad y el indicador global de la cuenca continúa en emergencia, aunque sí se observa una mejoría en los indicadores de cuenca (el subsistema cuenca mejoró y ahora en prealerta). Por su parte, en la demarcación hidrográfica del Júcar los embalses están al 31,8 por ciento de su capacidad total, lo que En la demarcación hidrográfica del Júcar, los embalses se encuentran al 31,8 por ciento de su capacidad, con los indicadores en alerta.

Finalmente, observan que otras dos demarcaciones como el Guadalquivir y el Tajo también registran una importante mejoría pero añaden que habrá que esperar la evolución de la situación en las próximas semanas antes de declarar la normalidad.

Por su parte, las predicciones de la AEMET apuntan que el deshielo previsto para los próximos días estará más motivado por el ascenso térmico previsto para los próximos días que por nuevas lluvias, lo que contribuirá a que sea un proceso lento, según ha informado el portavoz adjunto de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo.

Así, ha señalado a Europa Press que todavía hay "bastante nieve acumulada" en Pirineos, sistema Central e Ibérico, por las nevadas de principios de estas semana y confía en que esta se irá "fundiendo poco a poco" porque las precipitaciones previstas no parece que serán tan abundantes como las registradas.

Esto será beneficioso, a su juicio, porque "dará más tiempo" a que el cauce de los ríos recoja el agua procedente del deshielo y el acopio de agua en los cauces de los ríos, sobre todo en el Ebro, no será tan repentino, por lo que evitará un subida súbita del cauce del río y sus riesgos potenciales asociados.

En todo caso, ha precisado que a pesar de las muy abundantes precipitaciones registradas en los últimos meses, si se analizan las lluvias acumuladas en los dos últimos años, incluidas las de los últimos meses "no se alcanza el valor normal de precipitaciones" es decir, el índice de precipitación estandarizada, aún sigue habiendo sequía en prácticamente toda la mitad norte y en Canarias.

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