Hillary Clinton ha elegido un tema de Celine Dion como himno para su campaña. Se trata de una artista mundialmente conocida, que transmite paz y tranquilidad... además, como no podía ser de otra forma, la canción -You and I- posee un ritmo pegadizo, una fórmula a la que se han sumado todos los aspirantes a la Casa Blanca porque, sencillamente, nunca falla. Nadie se libra del mensaje subliminal de cada tema escogido.

John Edwards, por ejemplo, deja claras sus intenciones cuando elige el lado más americano de la música, el que representa inconfundible Bruce Springsteen. The Rising, además, le da un toque de sutilidad mucho mayor que el que aportarían temas como Born in the USA.

El himno más victorioso

John McCain, que no quiere ser sutil, ni mucho menos, va más allá y rescata el Gonna Fly Now -de la banda sonora de Rocky (Bill Conti)- para subir las escaleras del escenario. Todo un derroche de adrenalina para sus seguidores, seguro.

Entre las fórmulas modernas está la de Barack Obama. El himno de su campaña es un tema de los irlandeses U2 , City Of Blinding Lights, casualmente uno de los que recuerdan a Nueva York. Pero probablemente la imagen de grupo comprometido de la banda haya pesado más a la hora de contar con Bono y los suyos. Los de Dublín son todo un seguro en este aspecto.