Los representantes de las mencionadas organizaciones con presencia en las distintas plantas de ArcelorMittal, tras recordar que advirtieron en octubre del año pasado que la compra de la siderurgia italiana ILVA podía poner el riesgo alguna o algunas de las actuales plantas de ArcelorMittal, dicen que si la empresa pretende llevar a cabo el cierre de cualquiera de las actuales plantas situada en el estado español, pondrán en marcha una "estrategia solidaria de respuesta".
Sobre la puesta en marcha por parte de la multinacional de incrementos de productividad en las distintas plantas, no tienen nada que objetar a que ese incremento se produzca por la mejora continua del proceso productivo que lleve a una mejora en la calidad, una mayor cuota de producción y consecuentemente una reducción de costes.
"Si por el contrario ese incremento de productividad se pretende llevar a cabo mediante la destrucción de empleo, precarización y empobrecimiento de las condiciones laborales, procesos de externalización y subcontratación, advertimos que contaran con nuestra oposición y beligerancia", han advertido, recordando que la empresa obtuvo en el ejercicio económico del 2017
unos beneficios de 3.670 millones de euros con un incremento de ventas del 17%.
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