¿Cuánto valen tus heces? Quizá, en un momento de apuro, puedas llegar a hacerte esta pregunta, puesto que el trasplante de estos componentes humanos es posible en Australia, donde los médicos llevan unos años realizando esta práctica para ayudar a enfermos con diarrea crónica o esclerosis múltiple.

Según The Huffington Post, el procedimiento es sencillo: consiste en transferir materia fecal de un donante sano a un receptor enfermo con la intención de que las bacterias del primero se adhieran al intestino del segundo y eliminen aquellas malas que este alberga en su interior, reemplazando las buenas y saludables que estas hayan suprimido.

Los trasplantes de heces se han multiplicado en los últimos años, por lo que el Centro Australiano de Enfermedades digestivas ofrece remuneración por cada donación, valorada en unos 50 dólares (40 euros) por cada muestra. De esta forma, una persona que done sus heces cinco veces por semana llegaría a ganar más de 800 euros al mes, más menos.

A pesar de la presumible facilidad de la donación, lo cierto es que se requieren ciertas características para que una persona pueda donar sus heces. Lo primero es tener "excrementos corporales saludables", esto es, nada de comer maíz, mariscos, jamón, salchichas o estar medicado con antibióticos.

Además, el donante debe presentar un peso saludable y debe someterse a distintos análisis de sangre y heces, así como responder a diferentes cuestiones y entrevistas sobre su estado de salud.