Así lo ha anunciado este jueves la regidora de Educación y Deportes, Susanna Moll, que ha deseado que las instalaciones de Palma "sean una referencia y un modelo de energías limpias".

La instalación de autoconsumo es de 100 Kw y está compuesta por 370 placas fotovoltaicas, de última generación, de 270 W de potencia cada placa. Ocupan una superficie total de 610 metros cuadrados.

La producción anual prevista es de 156.950 kWh, lo que supone un 11 por ciento de toda la energía que consume al año la instalación, que asciende a 1.345.908 kWh.

El proyecto, adjudicado a Obremo SL, ha sido cofinanciado al 80 por ciento por Fondos Feder, a través de la Dirección General de Energía y Cambio Climático del Govern.

Según Cort, la cifra económica de ahorro anual ascendería a 18.834 euros (51,6 euros al día). Si el precio de la luz sube en los próximos años, el ahorro será mayor. Esto supone que la instalación se amortiza económicamente en menos de diez años y hay otros 20 años de energía gratuita.

Además, las placas evitarán la emisión de 94.170 kilos de CO2 y 262,1 kg de dióxidos de azufre anuales.