La Unidad de Policía Científica de la Región Metropolitana Sur de los Mossos d'Esquadra ha vuelto este jueves a Vilanova i la Geltrú, al domicilio de Rosa Peral, encarcelada como sospechosa de ser autora del crimen del Foix, para esclarecer si ella y Albert López, el otro acusado, habrían utilizado una sierra eléctrica para descuartizar el cuerpo de Pedro Rodríguez.
Según han confirmado fuentes judiciales a la ACN, la jueza que instruye el caso, también conocido como crimen de la Guardia Urbana, se basa en una conversación del móvil de Peral entre ella y un vecino, ocurrida dos días después de la muerte de Rodríguez, el 3 de mayo. Se lee como este vecino le pregunta sobre el uso de una sierra eléctrica que lo habría despertado durando a noche.
La magistrada cree que este hecho estaría relacionado con el préstamo de una furgoneta que Peral pidió a un compañero de la Guardia Urbana el día siguiente, día 4, para trasladar un sofá.
Analizando fotografías del móvil de Rosa Peral, la juez ha comprobado que, dos semanas antes del crimen, en la planta baja de la casa había un sofá sin acabar de montar ante una pared naranja a medio pintar. En cambio, cuando los Mossos registraron la vivienda el 14 de mayo, el sofá no estaba y la pared era de color blanco, motivo por el cual la magistrada sospecha que podrían tener manchas de sangre provocadas por el uso de la sierra y que los arrestados las habrían querido ocultar.
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