La mayoría lleva 50 años en la misma casa y ahora han recibido cartas de la empresa propietaria, Oteyp, que les insta a rescindir el contrato de arrendamiento de forma “amistosa” antes de iniciar el proceso de derribo para construir un edificio nuevo.

Los vecinos aseguran que las zonas comunes y las viviendas vacías (que son la mitad) están en malas condiciones a pesar de que el Ayuntamiento ha exigido su adecuación. Las obras cuestan unos 60.000 euros. Argumentan que el dueño no las lleva a cabo para obtener la declaración ruina y conseguir, finalmente demoler el edificio entero con lo que 32 familias quedarían en la calle.

Según el abogado de la empresa, los inquilinos “deben estar tranquilos” porque “de momento” el promotor no quiere pedir la demolición.

Cinco derribos pendientes

Demoler un edificio de inquilinos para levantar otro de más viviendas está permitido por una ley de 1964. Según ésta, la Delegación de Gobierno puede autorizarlo si el Ayuntamiento hace un informe favorable. Tras el caso de El Villar, el Consistorio anunció que no apoyará ningún derribo que no incluya el realojo de los ocupantes. En Oviedo hay cinco pendientes: en Silla del Rey 25, Torrecerredo 34, Melquiades Álvarez 18, General Elorza 67 y Mariscal Solís 5.