Estos son los platos favoritos de Putin

Si no fuera porque dan más miedo que risa, Trump y Putin formarían una gran pareja cómica digna de cualquier sitcom. De ahí que, tras descubrir los lamentables gustos gastronómicos del presidente estadounidense, ahora la curiosad se traslada al Kremlin para descubriri qué platos forman parte del menú habitual del presidente ruso.

Teniendo en cuenta el misterio que siempre rodea a su figura, no es de extrañar que sus platos favoritos o lo que come habitualmente tampoco esté muy claro. Al menos eso es lo que aseguran desde Mashed donde, tras dar un repaso a lo que diferentes medios ha ido publicando a lo largo de los años, se han topado con más contradicciones que datos aparentemente vereaces.

Pero, sin duda, uno de los datos más curiosos es que Putin cuenta entre su personal con un probador de alimentos, encargado de comprobar cada uno de los platos para asegurarse de que no esté envenenado. Cierto o parte del mito, sin duda una profesión de riesgo. Más teniendo en cuenta la supuesta relación de Rusia con el veneno y algunos de sus antiguos espias.

Pero volviendo al menú, mientras por un lado se asegura que Vladimir Putin es de levantarse tarde y desayunar casi al mediodía porridge, zumo de frutas, tortilla y café, otras veces se la ha podido ver improvisar una barbacoa matutina y zamparse un filete bien temprano.

También son múltiples las referencias a s gusto por la vida sana, con bastantes horas en el gimnasio y en la piscina, una dieta con bastante tomates, pepinos y lechuga y poco alcohol en el menú. ¿Nada de litros de vodka como manda el tópico ruso? Pues no, al parecer el temido mandataroio es más de cerveza.

Teniendo en cuenta el tipo de cocina de sus restaurantes favoritos en San Petersburgo y Moscú, sí parece que no es muy de cocina de vanguardia y se inclina más por el recetario tradicional ruso. Cocina de mercado y de producto, que se dice ahora. Y si entre ese producto hay cangrejo y caviar, pues mejor.

¿Su postre favorito? Aquí sí que no hay dudas e igual que muchos compatriotas rusos, el presidente es un gran devoto de los helados. Concretamente del de sabor de pistacho.

Otro dato en el que coinciden muchos de los medios que han hablado en algún momento sobre su alimentación es en su pasión por el kefir, una bebida fermentada similar al yogur y que, según se cuenta, muchas veces es su única cena.

¿Tendrá el presidente ruso su propio libro de recetas como el Papa Francisco o ser uno de los villanos oficiales del planeta no deja tiempo para una vida foodie?