"Queremos que todos los ciudadanos de Barcelona sean ciudadanos de primera", ha afirmado este lunes la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, que ha anunciado que, por ello, el gobierno municipal trabajará para reducir un 10% en 10 años la distancia de renta entre los cinco barrios con mayor y menor renta familiar disponible per cápita (en el extremo más privilegiado están Pedralbes, Les Tres Torres, Sant Gervasi-Galvany, Sant Gervasi-Bonanova, Sarrià y la Dreta de l'Eixample, y en el peor lugar, Canyelles, Verdun, Vallbona, El Turó de la Peira y Can Peguera). La diferencia entre ellos es actualmente de 34.391 euros y se persigue que sea inferior a los 31.000.

Este es uno de los 12 objetivos de la Estrategia de Inclusión y Reducción de las Desigualdades 2017-2027 que ha presentado el Ayuntamiento, un plan que cuenta con el apoyo de las 700 entidades que conforman el Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva y de todos los grupos municipales, y que consta de casi 900 proyectos sociales.

Otra de las metas es que disminuyan en un 60% las personas que no pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada. El porcentaje de familias en situación de pobreza energética era del 9,1% en 2016 y la idea es que se sitúe por debajo del 4% en 2027.

La estrategia también se propone lograr que ese año se hayan reducido en 40.000 el número de hogares en los que se destina más del 40% de los ingresos al gasto de vivienda. Estos eran 127.959 en 2016 y representaban el 19,3% del total.

Además, el plan señala que hace dos años las personas que tenían trabajo pero disponían de una renta por debajo del umbral de la pobreza eran el 9,8% y que se trabajará para disminuir este porcentaje al 7%.

Apunta, por otro lado, que otro de los objetivos es que baje a la mitad la tasa de privación material severa de toda la población, que en 2011 era del 10,6% y del 12,5% en el caso de los menores de 16 años. En 2027 se quiere llegar al 5% y al 6,25% respectivamente.

Entre las metas también está reducir en nueve puntos porcentuales la diferencia de éxito escolar entre los distritos donde hay más y donde hay menos, que en el curso 2014-2015 era de 18,47 puntos.

Asimismo, se prevé garantizar que en 2027 ningún ciudadano se tenga que ocupar en solitario de una persona mayor o discapacitada, un objetivo que el plan tilda de "ambicioso", pues en 2016 el 7,9% de los barceloneses, sobre todo mujeres, se ocupaban de otros con dependencia sin ningún tipo de apoyo.

Reducir en un 20% el porcentaje de personas que no tienen la posibilidad de hablar de sus problemas tanto como desearían es otra de las metas que se ha marcado la estrategia. Este era del 8,8% en 2016, según la Encuesta de Salud de Barcelona.

También se destinarán recursos a que disminuya a la mitad la diferencia en la esperanza de vida entre los barrios más ricos y más pobres, de 3,6 años en el periodo 2013-2015. El objetivo es que sea de 1,8 años desde 2025 hasta 2027.

Otra meta es reducir un 25% el sufrimiento psicológico que manifiestan tener el 18,5% de los barceloneses y, a la vez, rebajar a la mitad las diferencias entre hombres y mujeres, de 3,8 puntos porcentuales a 1,9.

Además, se pretende que aumenten en un 50% los ciudadanos con discapacidad y diversidad funcional que se benefician de programas para la autonomía personal y la vida independiente y que se pase de los 602 del año pasado a los 900.

Y por último, el plan municipal contempla que decrezca hasta el 10% en 2027 el porcentaje de personas que han sufrido algún problema cívico o de convivencia en su barrio en el último año. Este se situó en el 15,2% en 2015, según la Encuesta de Victimización del Ayuntamiento.

Durante la presentación de la estrategia, Colau ha considerado un "grandísimo fracaso a nivel global que pese a la evolución de nuestra especie todavía no se haya logrado que se respete la vida humana y que se garanticen los derechos de las personas".

Por su parte, la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Laia Ortiz, ha destacado que "las desigualdades crecen" en Barcelona y que reducirlas "significa sacudir los privilegios" que tienen unos pocos a costa de la precariedad de una mayoría.

La presidenta de la Mesa del Tercer Sector, Francina Alsina, ha celebrado la estrategia y ha apuntado que "los indicadores económicos dicen que podemos hablar en pasado de la crisis pero existe una cronificación de las situaciones de pobreza".