La Audiencia de Barcelona ha ratificado una condena que obliga a una mujer a indemnizar con 13.222 euros a un amigo de su hijo a quien su perro

mordió la nariz en junio de 2004, mientras los dos menores se hallaban a su cargo jugando solos en el jardín de su casa.

La Sección Decimoséptima de la Audiencia

rechaza así el recurso de apelación que Marta P.G. presentó contra la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Martorell (Barcelona), que el pasado octubre le condenó a indemnizar por los daños personales causados a Alejandro G.D.

Los hechos ocurrieron el 16 de junio de 2004, cuando la demandada fue a recoger al afectado --que entonces tenía nueve años-- a la salida del colegio para que fuera a jugar con su hijo a su domicilio. Una vez allí, dejaron bien atado en el jardín al perro, de raza

Boxer, y los niños se quedaron jugando solos.

En un momento dado, según la sentencia, el animal "mordió o dio un golpe en la nariz al menor", sin que haya quedado acreditado "que los daños fueran debidos a fuerza mayor o a culpa de la propia víctima", tal y como mantenía Marta P.G. Según su versión, fueron los niños "

los que molestaron al animal, que reaccionó instintivamente".

La Sección Decimoséptima, sin embargo, considera que la demandante "

pudo prever y también evitar, empleando una mayor diligencia, el incidente ocurrido en su domicilio", teniendo en cuenta la edad del menor y que no conocía al perro.