"Desde Pimeco se respeta pero no se comparte la protesta convocada en Palma por la llegada del crucero más grande del mundo, ya que estas actuaciones pueden poner en peligro la buena imagen turística construida a base esfuerzo", ha señalado la Patronal en un comunicado.

Asimismo, ha recordado que el turista de cruceros es mucho más beneficioso en proporción para la economía local y para sectores como la restauración o el pequeño comercio que el turista de verano de sol y playa, puesto que este turista, de escalas muy cortas, suele realizar un gasto proporcionalmente mayor en cada destino en el que para.

Por este motivo, el presidente de Pimeco, Toni Fuster, ha insistido en que "hay que mimar a estos visitantes", aunque también ha recordado que es necesario "tomar medidas efectivas para evitar la sensación de saturación que pueda padecer el centro de Palma".

De este modo, ha defendido la necesidad de programar la llegada de cruceros a Palma de forma más racional y escalonada, siempre con el acuerdo y consenso de la Autoridad Portuaria y los turoperadores del sector.