Qué falta para hacer 'Dredd 2'

Por muchas firmas que se recojan online o muchas ideas para una precuela que proponga Karl Urban, lo cierto es que ver una nueva película del Juez Dredd en los cines está bastante lejos de llegar a hacerse realidad. ¿A pesar de lo bien recibida que fue Dredd entre los fans y todos aquellos que, pese a no verla en el cine, la descubrieron en formato doméstico? Nos tememos que sí, pues el personaje de cómic creado por John Wagner y Carlos Ezquerra ya acumula dos fracasos financieros en sus intentos por pegar el salto cinematográfico (la película protagonizada por Sylvester Stallone en 1995 y la escrita por Alex Garland en 2012) y esa es una perspectiva que no atrae precisamente a muchos inversores. Según ha declarado Garland (ahora con Ex_Machina en los cines), "las ventas de dvds están muy bien, pero no quita que [para hacer una secuela] pidas a gente que te dé su dinero para una película que ya se ha intentado hacer dos veces y no ha funcionado como ellos querían ninguna de ellas".

El guionista lo dejó muy claro en SciFiNow hace unos meses. "Pienso que Dredd es un personaje con muchas posibilidades como para ser abandonado definitivamente, pero serán otros quienes en algún momento del futuro lo reinicien, lo intenten de nuevo. En otras palabras, la relación que nosotros mantuvimos con la película anterior será la que otras personas mantengan con la nuestra. Eso es lo que sospecho que terminará pasando". ¿Pero por qué no una nueva película con el mismo equipo, Urban como Dredd y Olivia Thirlby como su compañera? Los detalles los explica Adi Shankar, el productor ejecutivo de Dredd y otros filmes como Infierno blanco, El único superviviente, Caminando entre las tumbas o el corto Power/Rangers de Joseph Kahn que tanto ha dado de qué hablar recientemente, en un vídoe grabado y montado para la ocasión.

Básicamente, Shankar explica cómo funciona hoy en día el cine de producción independiente, al margen de las grandes majors y sus subdivisiones. Las películas como Dredd se financian a partir de preventas a mercados internacionales, cuyo peso frente a la taquilla domésitca de EE UU ha aumentado de modo fulminante en los últimos años. Pero, como hemos tratado en varias ocasiones sobre las concesiones de los grandes estudios de Hollywood a China, tener la necesidad de contentar a muchos inversores de distintas partes del mundo sobre los posibles beneficios que obtendrán de un filme que todavía no existe implica plegarse a sus exigencias. Y, en última instancia, termina reduciendo las propuestas a valores seguros de antemano: continuaciones y repeticiones de fórmulas que ya han funcionado.

A continuación puedes ver el aclaratorio y muy interesante vídeo de Shankar. A modo de resumen, el productor dice que para que Dredd 2 pudiera llegar a hacerse sería necesario convencer a los inversores reduciendo el presupuesto (Dredd costó 50 millones de dólares; menos de la tercera parte de un blockbuster superheroico cualquiera, pero aquí hablamos de una producción independiente), contratando a un director famoso (pese al buen trabajo de Pete Travis en la película anterior) y fichando a un actor famoso con quien emparejar a Karl Urban (por ejemplo, Dwayne Johnson, el salvafranquicias).