Los familiares y amigos de Daniel Osambela llenaron ayer por la tarde la iglesia de los Padres Carmelitas de San Sebastián para despedir a este esquiador donostiarra fallecido el pasado viernes en la estación de Formigal sepultado por un alud , que también causó la muerte a Iñigo Zurita y Miguel Ángel Rodríguez.

Los restos mortales de Osambela fueron incinerados ayer por la mañana y por la tarde, a las ocho, tuvo lugar el funeral en su memoria.

Múltiples coronas y ramos de flores fueron depositados junto al altar en este templo de la capital guipuzcoana, que mantuvo sus puertas abiertas ante la imposibilidad de dar cabida a las numerosas personas que han asistido al oficio fúnebre, muchas de las cuales lo han seguido desde la calle.

La consternación que ha causado la muerte de este electricista de 26 años ha quedado también de manifiesto en la veintena de esquelas que publicaron los periódicos guipuzcoanos y en el incesante paso de amigos y allegados por el velatorio instalado en el tanatorio de Zorroaga.

Los actos fúnebres por los otros dos esquiadores fallecidos en Formigal, Iñigo Zurita Goñi, de 37 años, y Miguel Ángel Rodríguez, de 32, se celebraron ayer en la localidad navarra de Los Arcos y en Zaragoza, respectivamente.

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