La Guardia Civil ha hallado 125 kilos de componentes para la fabricación de explosivos, detonadores, temporizadores y cordón detonante, escondidos dentro de tres bidones en el zulo que ETA tenía en el municipio de Sabiñánigo (Huesca), según ha informado el Ministerio del Interior.

El hallazgo del zulo fue posible gracias a un croquis que portaba una de los presuntos etarras detenidos el domingo en Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa).Estaba situado a poco más de un kilómetro de la carretera A-1604 y a unos veinte metros de la pista que enlaza esta vía con el pequeño núcleo de Nocito.

El punto elegido por la organización terrorista para excavar el zulo se encuentra en una zona despoblada del Valle de la Guarguera, zona salpicada de pueblos abandonados que se sitúa entre las comarcas pirenaicas del Alto Gállego y Sobrarbe, a tan sólo unos 10 kilómetros de la carretera N-330, que llega a la frontera francesa.

Detonadores, temporizadores y explosivos

Los agentes de la Guardia Civil han encontrado 107 kilos de nitrato distribuidos en 63 bolsas de 1,7 kilogramos cada una, así como 18,9 kilos de polvo de aluminio distribuido en 63 bolsas de 300 gramos en el interior del agujero, de un metro de diámetro, donde había ocultos tres bidones.

La banda terrorista también tenía escondidos en el zulo doce detonadores y cinco temporizadores para la activación de artefactos explosivos, así como 9 rollos de cordón detonante de hasta 2 metros de longitud. Junto a ello, la Guardia Civil ha encontrado una pequeña cantidad de pentrita, que apenas alcanza los 100 gramos de peso.

El material explosivo localizado no era de fabricación reciente sino que podría tener más de dos años de antigüedad, según han confirmado las fuentes.