Según la institución, en cumplimiento del Decreto 100/2010 en el que se regula el funcionamiento del Registro de centros, servicios y establecimientos sanitarios de Baleares, el Hospital de Cas Serres inicia un proceso de transición para ofrecer un servicio de residencia sociosanitaria.

En este proceso, el hospital se adaptará a la nueva normativa conservando las plazas residenciales y manteniendo sus servicios sanitarios, garantizando su funcionamiento actual.

El Consell ha explicado que la extinción de la figura mixta hospital-residencia se debe a la nueva legislación que establece que las plazas hospitalarias y residenciales deben estar físicamente separadas, que los servicios deben estar segregados y su personal debe ser diferente.

Así, adaptar el edificio a la exigencia supondría unas obras de reestructuración completa del edificio, así como la pérdida de camas y plazas residenciales. Por ello, se ha optado por que Cas Serres sea una residencia sociosanitaria, al tiempo que se garantiza que las plazas hospitalarias se mantienen. Según el Consell, la legislación en este tema es flexible para que los centros puedan adaptarse y se priorice siempre la atención.

"Es importante que quede claro que el servicio que se ofrecerá en Cas Serres será exactamente el mismo que en la actualidad y se garantizan los servicios sanitarios actuales, así como las 40 plazas concertadas con la Dirección General de Dependencia", ha explicado la consellera insular de Bienestar Social, Lydia Jurado, quien ha añadido que "los servicios sanitarios estarán acreditados y, por tanto, su continuidad está garantizada".

Jurado ha dicho que el cambio no supondrá la pérdida de puestos de trabajo, por lo que los profesionales del centro tienen su plaza garantizada.