El servicio en las líneas urbanas resultó rentable. La concesionaria cobra por kilómetro recorido 3,619 euros. La N-3 recorre 17 kilómetros y realiza 7 trayectos completos, lo que eleva su coste por noche a 430 euros (860 el fin de semana), y registró 908 viajeros, según datos facilitados por los conductores.

Sólo dos de cada diez viajeros pagaron un euro por utilizar el servicio. El 59% de los usuarios llevaba bonobús o tarjeta bus y el 14%, abonos temporales. La madrugada del domingo tuvo más usuarios que la del sábado (2.368 frente a 1.123).

El Ayuntamiento valora positivamente el primer fin de semana de funcionamiento del buhobús, aunque los 4.040 usos quedan muy lejos de los 317.000 trayectos que realizan los vehículos durante un día de junio (según los datos de viajeros del segundo trimestre de 2004).

Viajes a barrios rurales

Las líneas B, que dan servicio a los barrios rurales, transportaron a 549 viajeros. Volver a casa en taxi por la noche a Casetas cuesta 24 1, frente al euro por persona que valen los buhobús.

En la ciudad, las líneas

N-6 y N-7 fueron las menos usada por los rodeos que dan.

Los taxis perdieron 10.000 euros

La puesta en marcha de los buhobuses restaron a los taxistas unos 1.500 servicios y cerca de 10.000 euros de recaudación. El sector está preocupado por la repercusión que este nuevo servicio puede tener en sus ingresos. Así lo indicó el presidente de la Asociación Provincial de Autotaxi, Luis Miguel Torres. Los taxistas casi dan por perdidos los clientes de 18 a 30 años.