Camboya conmemoró este lunes el vigésimo noveno aniversario de la caída del Jemer Rojo, el régimen comunista criminal bajo el cual fueron asesinadas alrededor de 1,7 millones de personas , casi un cuarto de la población del país en el momento. Los actos tuvieron el aliciente añadido de que, en los próximos meses, comenzará en un tribunal internacional el juicio contra los antiguos dirigentes del Jemer Rojo por genocidio y crímenes contra la humanidad.

Unas 5.000 personas participaron en los actos oficiales en la capital que dirigió el presidente del Senado, Chea Sim. El político camboyano aseguró que a pesar de que han pasado 29 años, "todos recordamos aún los horrores del periodo de tres años, ocho meses y veinte días de la Kampuchea Democrática de Pol Pot".

Además, aseguró que éste régimen "arruinó la infraestructura social del país, mientras despojaban a los individuos de sus derechos y libertades y los reducían a esclavos viviendo vidas inhumanas".

Juicio para los genocidas

Chea Sim reafirmó el compromiso de su formación, liderada por el primer ministro, Hun Sen, un antiguo jemer rojo que desertó y se unió a las fuerzas libertadoras, con el tribunal internacional que organiza la ONU en colaboración con Camboya.

Cinco altos dirigentes del Jemer Rojo aguardan en custodia el comienzo de sus juicios. Se trata de Khieu Samphan (76 años), que fue el presidente de la República Democrática de Kampuchea; Nuon Chea (81), canciller, y su esposa Ieng Sary (82); Ieng Thint (75), el "hermano número dos", ministro del Interior; y Kang Kek Iev o "Duch", el jefe de los verdugos del centro de Tuol Sleng, donde murieron 14.000 personas.

Pol Pot, el "hermano número uno" y primer ministro, falleció en la jungla camboyana en 1998.