Museos raros, raros, raros

Casi nada se escapa a ser expuesto. En España hay múltiples ejemplos.
El chocolate es un material digno de escultura. Lo saben bien en el Museo del Chocolate de Barcelona (en la foto, una escultura belga) .
El chocolate es un material digno de escultura. Lo saben bien en el Museo del Chocolate de Barcelona (en la foto, una escultura belga) .
Foto
El chocolate es un material digno de escultura. Lo saben bien en el Museo del Chocolate de Barcelona (en la foto, una escultura belga) .
La siguientes propuestas son una terapia de choque para aquellos que bostezan en un museo. Ahí va una lista de ejemplos de salas de exposiciones tan curiosas o raras como interesantes. Sus variopintos contenidos (calcetines, pasta, dentífricos, gatos, chocolate, botijos...) son una prueba de fuego contra el hastío veraniego. Y una alternativa a las visitas turísticas convencionales. En España contamos con numerosos ejemplos. En Alicante custodian el calzado como una pieza de museo. En Málaga recuerdan la figura del bandolero. En Madrid no olvidan el teléfono con cables y en Barcelona brindan un museo al chocolate.

Empezando por los pies

Imelda Marcos, ex primera dama filipina, fue un icono escandaloso del calzado por poseer una kilométrica colección. En Manila, el Museo Marikina recoge más de 200 pares de sus zapatos. En Elda (Alicante), cuna del buen vestir en los pies, existe el Museo del Calzado de Elda (www.museocalzado.com). Custodia un botín de niño del siglo XIV y la más actual horma de los zapatos que la esposa de George W. Bush calzó en la toma de posesión de su marido como presidente de los EE UU. En Tokio (Japón), el Museo Naigai guarda 20.000 pares de calcetines (www.naigai.co.jp; en japonés).

A pedir de boca

El mayor museo de la pasta de dientes (www.toothpasteworld.com) es la iniciativa de un dentista que hace acopio de dentífricos desde 2002 y los expone en su clínica de Michigan (EE UU) junto con un tubo recogido de un campo de batalla de la segunda guerra mundial. Para conocer el proceso del campo de trigo al plato, bien vale una visita al Museo Nacional de la Pasta de Roma (www.museodellapasta.it, en inglés e italiano). En Barcelona, el Museo del Chocolate (www.museuxocolata.com, en catalán) explora las facetas artísticas, curativas y afrodisiacas de este rico alimento.

Templos del desecho

En un museo todo sirve. En EE UU, en el Museo de la Basura (Trash Museum) de Stratford se puede observar el proceso de tratamiento y reciclaje de basuras (www.crra.org, en inglés). Los excrementos tampoco escapan a la vitrina. Identificar cacas por su olor (la pista del tacto no vale) es uno de los escatológicos juegos del Museo Jannick de Enschede (Holanda). Y de váteres saben mucho en el Museo Americano de Inodoros de Boston (EE UU) con váteres por todas partes: de cerámica, madera, hierro, decimonónicos... Son de exposición. Así que: «No usar». En España, el coleccionista salmantino José Mª del Arco Ortiz cuenta con un millar de orinales, cuñas y palanganas recogidas desde 1980 y que exhibe puntualmente.

Otras curiosidades

El móvil ha arrinconado al teléfono con cables, un invento que se puede recorrer en la colección de Telefónica en la Gran Vía madrileña (www.telefonica.es/ fat). Napoleón, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel reviven en el Museo de la Cera de Roma. Sus esculturas desbancan a las de futbolistas, actores y aristócratas famosos. El Museo del Humor de Fene (A Coruña) invita a la sana carcajada desde hace 21 años con más de 300 obras de dibujantes. En Australia se pueden ver tablas de surf desde 1919 hasta la actualidad (www.surfworld.org.au, en inglés). El Museo del Bandolero de Ronda (Málaga) recuerda a afamados proscritos. Y el botijo continúa en boga gracias al Museo del Botijo de Villena (Alicante) y el del càntir de Argentona (Barcelona).

Mostrar comentarios

Códigos Descuento