El barrio de Santa María ha comenzado a renacer después de diez años de decadencia y consecuencia de la rehabilitación de viviendas y la dinamización cultural y comercial del barrio ya no es un simple lugar de paso cuando se va hacer compras al centro por Navidad.

La cuna del flamenco gaditano, en la que tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía han invertido un enorme esfuerzo por rehabilitar viviendas y evitar la despoblación, ofrece hoy magníficos restaurantes y bares de tapas, varios cybercafes, un biblioteca pública y otra en ciernes, y un Centro de Arte Flamenco en la Plaza de la Merced que, sin embargo, se quejan los comerciantes, no está atrayendo ningún tipo de consumo hasta el barrio.

El portavoz de la asociación Cosama, Antonio Septiem, asegura, no obstante, que aún faltan muchos comercios pero que la economía está fría y nadie quiere invertir. Los locales comerciales a precios ventajosos que prometió ofertar la Junta de Andalucía en los bajos de los edificios rehabilitados, tampoco han salido, de momento, hacia adelante.

Santa María necesita todavía un empujón. Un importante comercio de proximidad, con oferta de alimentación, fontanería o mercería debe ser complementado con otra oferta más especializada.

Porque el mismo Septiem lo reconoce, Santa María ya no sólo vive comercialmente de su población residencial, sino que también abastece a muchos barrios aledaños como Puerta Tierra o Bahía Blanca.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE CÁDIZ.