Nerviosos, olvidadizos, incluso tambaleantes, han aparecido varios de los candidatos en las primarias de EE UU. Hasta el todoterreno Barack Obama flaqueó en una de sus últimos mítines.

Y es que tantos meses de campaña pasan factura al cuerpo más saludable y los maratonianos viajes de costa a costa van minando la resistencia de todos los candidatos a encabezar las listas de los dos grandes partidos. El cansancio parece que ha hecho mella tanto en las filas de los demócratas como en las de los republicanos.

Los dos pesos pesados demócratas, Hillary Clinton y Barack Obama ya han sufrido en sus carnes el rigor de larguísimos mítines e interminables travesías en avión. Según publica el New York Times, una serie de fotos comprometedoras muestran el cansancio en el rostro de la senadora por Nueva York.

Mientras, Obama cometió un fallo de bulto al afirmar que en los tornados que asolaron Kansas el pasado mes de mayo fallecieron 10.000 personas, cuando en realidad fueron solamente doce.

En las filas del partido republicano también ha hecho estragos la fatiga y la falta de sueño. Por ejemplo, Rudolph Giuliani ha visitado el hospital varias veces el último mes para tratar de solucionar sus continuas migrañas. Y Mike Huckabee se disculpó por un error que cometió al hablar con "mucha simpatía" del asesinato de Benazir Bhutto.

Lo que está claro es que mantener la mente despierta parece que es una tarea muy complicada entre los candidatos a ocupar la Casa Blanca durante los próximos cuatro años.