Los cristales de las ventanillas de atrás estaban rotos y a través de ellos se habían sustraído varios objetos personales y electrónicos del interior de los vehículos.

Todo ocurrió en la noche del pasado 27 de diciembre, cuando uno o varios ladrones entraron, al parecer por la puerta, en el garaje de la calle Esquila, 4. Este aparcamiento tiene tres plantas, una de ellas destinada al alquiler de las plazas.

«A mí nunca me ha parecido seguro. Es muy grande y tiene muchos recovecos donde esconderse», aseguró la presidenta de la comunidad de vecinos, Loli Mulero. «No sé por dónde se metieron, pero hace unos meses le robaron el mando de la puerta a uno de los vecinos», añadió.

En total, y según el Cuerpo Nacional de Policía, doce vehículos sufrieron daños. La mayoría presentaba las ventanas de atrás rotas. Al parecer, los ladrones utilizaron un martillo y un extintor que los agentes encontraron en el lugar de los hechos.

Del interior de los vehículos se sustrajeron varios GPS, documentación personal y carteras con dinero, aunque los afectados entregaron ayer a la gestora de la comunidad el parte con los daños y aún no se tienen todos contabilizados.

Más seguridad

Lo peor de todo es la inseguridad que se ha creado en el bloque. «Vamos a tomar medidas y cambiaremos la cerradura del garaje porque ya han robado dos mandos y no estamos seguros», reconoció la presidenta de la comunidad, quien, a pesar de todo, no sufrió daños en su vehículo. «Esta vez no, pero hace unos meses me quitaron los cuatro tapacubos del coche», reconoció.

Otro hurto en la calle Guipúzcoa

Éste de la calle Esquila no es el único robo que ha vivido el barrio de Delicias la semana pasada. Un día después al de este bloque de pisos se produjo otro en el interior de un garaje de la calle Guipúzcoa. En esta ocasión también se entró en el vehículo después de romper la ventanilla, pero sólo sufrió daños un coche. De su interior se sustrajo la documentación personal del dueño, según informó el Cuerpo Nacional de Policía. Aún se desconoce si ambos robos son una mera coincidencia o han sido provocados por los mismos autores.