Pilar Sánchez, madre de dos niñas, es una de las tres autoras del libro Padres consecuentes, hijos felices, la fórmula perfecta para educar con éxito ahora que los padres ya no están amparados legalmente para dar una bofetada a sus hijos.

¿Aplaude la ley anticachete?

No estamos de acuerdo ni con el cachete, ni con el castigo, ya sea físico o psíquico.

¿Cuál es la fórmula mágica?

Ser consecuentes de manera natural. La familia tiene que tener claro qué es respeto, justicia, responsabilidad y sinceridad, que suman la libertad.

Pero ¿qué hace si su hija se niega a comer las lentejas?

Si no tiene hambre, no come. Le quito la comida hasta la próxima toma: merienda, cena o desayuno. Ésa es la consecuencia natural de su comportamiento. ¿Lo entiende?

¿En su casa nunca riñe?

Explico las consecuencias.

¿Educar hoy es más difícil?

No, pero es más difícil decir a los niños que no.

¿Qué se está perdiendo?

La cultura de la responsabilidad porque hoy los padres les dan a sus hijos todo hecho.

¿Que responsabilidades tiene un niño de cinco años?

Poner la mesa, ordenar su cuarto, quitarse los calcetines o ducharse.

¿Y de 18 años?

Colaborar en casa y estudiar.

¿Qué le da más miedo?

Internet. Sin control es terrorífico. Para ellos es más fácil comunicar los sentimientos en la Red que cara a cara.

¿Su conclusión como madre?

Que los niños no salen responsables genéticamente. Hay que trabajárselo.

BIO

Nació en Granada. Tiene 43 años. Asesora a empresas como especialista en Psicología del Trabajo y Relaciones Laborales.