Un juzgado de Alicante ha condenado a la Universidad de Alicante a pagar 30.000 euros en concepto de indemnización por daños morales y perjuicios sufridos por una profesora a la que la institución académica abrió en 2002 un expediente sancionador después de que ella denunciara a otros cuatro docentes por mobbing.

Irene Prüfer alegó en el contencioso que, como consecuencia del procededimiento disciplinario, sufre «secuelas psíquicas y morales» entre las que destacó un «trastorno por estrés postraumático, crónico, reactivo a un cuadro de acoso psicológico laboral». Estuvo de baja dos veces por estrés postraumático. La Universidad ha presentado recurso al TSJCV.