El bolívar fuerte, la nueva moneda de Venezuela, inició el 1 de enero su andadura con la puesta en circulación de una serie de trece flamantes denominaciones, seis billetes y siete monedas, que quitan tres ceros al antiguo bolívar.

La paridad cambiarían de 2.150 bolívares antiguos lo que corresponde ahora a 2,15 bolívares fuertes por dólar estadounidense.

Estos dieron cuenta, asimismo, de que algunos ciudadanos intentaron infructuosamente sacar nuevos billetes de los denominados "cajeros automáticos" para compararlos con los impresos difundidos por el Gobierno desde que a inicios del 2007 anunció su iniciativa.

Caos en el primer día

En esos "cajeros" no hubo dinero, "ni del nuevo ni del viejo", a decir de uno de esos ciudadanos, desconocedor de la suspensión temporal de las operaciones, a fin de adaptar los sistemas.

Los saldos de las cuentas bancarias "ya están expresados en bolívares fuertes y los cajeros están operativos", pero será hasta mañana que "los venezolanos podrán acceder a los bolívares fuertes", aseguró.

"A partir de hoy Venezuela deja de ser el único país (en Sudamérica) que tenía billetes de alta denominación", destacó. Entre las virtudes apuntadas con el cambio de moneda, se alude a la inflación, que ronda el 20% anual (18,6% entre enero y noviembre pasados), aunque ello parece incierto.

Otro objetivo es "mejorar las transacciones financieras, bancarias, comerciales e incluso de comercio exterior y, a su vez, prepararnos para el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur) en 2008", apuntó Cabezas.