Según han informado fuentes de la Policía Municipal, la mayoría de las denuncias fueron por incumplir las condiciones de autorización o carecer de la misma.

Durante la campaña de control y vigilancia, llevada a cabo por la Policía Municipal y la DGT, se inspeccionó a 28 vehículos, de entre los cuales se detectaron incumplimientos e infracciones en doce.

La mayor parte de ellos, once, incumplían las condiciones de autorización o carecían de ella. Además, se impusieron tres denuncias por anomalías en el vehículo, dos por infracciones del seguro, una por no tener pasada la Inspección Técnica de Vehículos y, en otro caso, por carecer de acompañante.

En las actuaciones realizadas, han explicado las mismas fuentes, se planifican los aspectos necesarios para la consecución de los objetivos marcados y, principalmente, a comprobar que el servicio de transporte escolar de la ciudad cumple con la normativa vigente.

Otro objetivo es también analizar, y en su caso determinar, si el transporte escolar de la ciudad se considera seguro, o por el contrario, no lo es, y en su caso determinar las medidas necesarias para mejorarlo.

En base a estas comprobaciones y con la información recabada, en el comunicado de la Policía Municipal se concluye que el transporte escolar en la ciudad de Valladolid puede calificarse de "seguro", pero "sin que esto sea óbice para continuar con este tipo de inspecciones aleatorias con el fin de erradicar totalmente las posibles infracciones y deficiencias detectadas".