La entrada de un nuevo año trae consigo buenos propósitos, pero también la revisión de los precios de los servicios públicos y, consecuentemente, una merma en la generosidad de nuestro bolsillo.

Es el caso, por ejemplo, de las nuevas tarifas del servicio de transporte público en la ciudad que aprueba mañana la junta de Gobierno local (PP). Movernos por la capital en autobús nos saldrá más caro el próximo 2008, si bien el incremento del gasto que hacemos por usar el servicio dependerá de la modalidad de pago que elijamos.

Los bonos de Rober suben un 4,9% de media, frente al incremento del 10% que se le aplicará al precio del billete ordinario. Es la forma de pago que más se encarece y pasará a costar 1,10 euros (10 céntimos más que este año).

«De esta forma, intentamos repercutir la subida lo menos posible en los bonos que más se utilizan para no perjudicar al usuario habitual del transporte público», explicaba ayer el concejal de Movilidad, José Manuel García Nieto. Así pues, se mantiene el precio de los bonos de 5, 10 y 20 euros, sólo que darán para menos viajes.

Por otra parte, hay novedades significativas con respecto a los taxis. Hasta ahora, el servicio aplicaba dos tipos de tarifas: la primera, hasta las 22 horas y, la segunda, hasta las 7 horas.

El Ayuntamiento ha aprobado una tercera tarifa que se aplicará entre las 2 y las 6 de la madrugada, cuya carrera saldrá un 55% más cara que la de día: 5,4 euros de carrera mínima frente a los 3,4 euros que costará la de la mañana, que sube un 4%. A cambio, la gremial se compromete a tener en servicio en ese horario a las dos terceras partes de la flota (580 taxis).

El ordinario sale peor

Cada enero muchos echan cuentas para estudiar qué bono es el más rentable. El viaje sale más caro, sin duda, si compramos un billete ordinario, a 1,1 euros en 2008. Le sigue el bono de 5 euros (0,65 euros/viaje) y el bono de 10, que sube 3 céntimos por cada uso. También suben 20 céntimos el autobús del ferial y el búho, que saldrán a 1,40 y 1,20 euros, respectivamente.