«Las chicas llegan siempre asustadas»

Su vida no ha sido un camino de rosas, pero ahora está orgullosa de quien es y de su trabajo: ayudar a las prostitutas a salir de su situación. Se ha ganado el título de «mami chica».
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¿Quién le ayudó a dejarlo?

Un cliente que me hizo llorar mucho me dio el empujón.

Una anécdota...

Una ex prostituta se casó. Creía que iba al juzgado y nada más. En la sede le preparamos una fiesta hermosa.

¿Cómo llegan las mujeres a la asociación?

Asustadas.

¿Qué le ofrecéis a las chicas?

Apoyo psicológico y orientación social. Queremos que se sientan como en casa.

¿Su reto?

Regularizar la prostitución, luchar por nuestros derechos y que la asociación esté presente en toda Andalucía.

¿Qué le pedís al Gobierno?

Nosotras no tenemos la varita mágica. El Gobierno tiene que escucharnos.

¿Y qué pedís a la sociedad?

Que nos trate como personas antes de juzgarnos. Nadie sabe por lo que hemos pasado, si queremos dejarlo, si tenemos hijos.

Y ¿a las chicas?

Que ya es hora de que nos unamos.

¿Cree que más de una, si pudiera, dejaría el oficio?

Depende. De las que lo deciden, la mayor parte lo dejan. Otras están muy machacadas.

¿Cómo eran sus clientes?

Ahora, mis mejores amigos son mis antiguos clientes. Hay de todo. Si tienes una mala experiencia, te acuerdas toda la vida. Hay muchos que vienen sólo para hablar.

¿Falla algo en AMEP?

Subvención, que nos apoyen. Utilizamos los recursos de Mujeres Progresistas. Sin dinero no podemos ayudar a las chicas.

* AMEP. 954 905 272

BIO

Es de Sanlúcar la Mayor. Ejerció durante seis años la prostitución. Tiene 31. En agosto cumple 32. Le encanta que la llamen «ex».

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