Ponte guapa para Nochevieja

Lo divertido de estas ocasiones es poder imaginar y crear un maquillaje mágico y original que sin llegar a disfrazar cambie los rasgos del rostro.

Conquistar con la mirada

El objetivo es conseguir unos ojos magnéticos que brillen y deslumbren. No importa del color que sea, porque tanto el dorado como el plateado combinan a la perfección con cualquiera.

Sombras: Tras aplicar un iluminador sobre el párpado, el truco está en combinar la sombra dorada con otra del color de la ropa. La primera se aplica en el párpado superior y la de color hacia el extremo del ojo, difuminándola.

Lápiz de ojos o eyeliner: Aseguran una mirada penetrante. El negro siempre es una apuesta segura, pero si quieres cambiar por una noche prueba uno de color bronce para la raya inferior.

Rimel: Dos, tres o más capas para conseguir una longitud extrema en las pestañas. Esta noche hay licencia para abusara. Al igual que con el eyeliner, el negro y los tonos oscuros son los protagonistas. Para un acabado de cine es mejor rizarlas antes de pintarlas.

Felicitar besando

El protagonismo de la boca depende de los ojos. Solo uno de los dos puede destacar y en una noche en la que no se para de besar, comer y beber, es mejor no abusar de los colores fuertes que al final pierden tono y hay que estar retocando.

Boca de fresa: Se aplica un tono natural sin perfilar ni delinear que ya no se lleva. Un truco para que los labios parezcan más carnosos es aplicar un color mas claro en el centro del labio inferior.

Sonrisa brillante: El gloss no mancha y hace la boca irresistible con efecto mojado y muy voluminosos. Además tienen la propiedad de hidratar.

Destellos y reflejos de una estrella.

Los polvos metalizados o con purpurina se aplican por zonas estratégicas como pómulos, sienes, escote, hombros…A la hora de elegirlos, hay que tener en cuenta el color de la piel.