La Región de Murcia acogió el pasado año a un total de 412 Menores Extranjeros No Acompañados (MENAS), una cifra superior a la suma de atendidos en los dos años anteriores, ya que en 2015 llegaron 106 y en 2016 fueron 179. El 84,5 por ciento de estos menores procede de Argelia.

"La Región está preparada para atender a estos menores de edad que suben a una patera y ponen en riesgo sus vidas para buscar un futuro mejor. Lo hemos hecho siempre y lo vamos a seguir haciendo", ha explicado la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, tras la reunión con el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Francisco Bernabé, representantes de distintas administraciones y ONG para establecer las directrices de funcionamiento y coordinación en casos de llegada de pateras.

Las llegadas de pateras se concentraron en dos fechas: en octubre la Consejería acogió a 165 menores no acompañados y, durante el fin de semana del 18 y 19 de noviembre, llegaron hasta 43.

"Aprovisionamos de manera urgente un recurso a través de una fundación para la atención de los menores", ha recordado la consejera. Así, la llegada de menores motivó la apertura, el 2 de octubre, de la residencia El Peñasco (Mazarrón), que gestiona la Fundación Arcos del Castillo, como centro de primera acogida y media-larga estancia.

Entre la atención que presta la Comunidad destaca la integración escolar y asistencia médica, en centros escolares y centros de salud en zonas donde se ubican los centros de primera acogida o media-larga estancia. Además, se solicita para todos ellos el derecho de prestación sanitaria en el INSS como menor tutelado, su tarjeta sanitaria para la prestación efectiva en el Servicio Murciano de Salud y permisos de residencia.

A día de hoy, hay 65 menores extranjeros tutelados en centros de la Comunidad. Algunos de ellos ya se han marchado con sus familias porque para ellos la Región es una zona de paso a otras comunidades o países europeos donde están establecidos. Pero quienes vienen sin su familia son tutelados por la Comunidad, ya que cuando llegan menores extranjeros es su competencia darles protección.

Por razones legales y humanitarias la Comunidad ha creado plazas de emergencia para hacer frente a las necesidades más inmediatas de alojamiento y manutención de estos menores extranjeros no acompañados, así como atender las necesidades a medio/largo plazo de aquellos menores que permanezcan en centros de protección de la Región hasta cumplir la mayoría de edad.