Laura Mostazo tiene claro cómo pasar sus vacaciones en Cuba, Marruecos o Brasil, pero de un modo diferente: como voluntaria en ONG, ayudando en proyectos de cooperación.

¿Cuál ha sido su labor en estos tres países?

El mes que pasé en Cuba estuve como monitora en un plan vacacional para niños. En Brasil viví con gente del movimiento de los Campesinos sin Tierra, donde hicimos un programa de alfabetización. Y en Marruecos estuve en un colegio de una aldea, Farkhana, donde hicimos actividades sobre temas de género, medio ambiente, la inmigración y el absentismo escolar.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido de su estancia?

Algo que me marcó muchísimo fue conocer a las mujeres marroquíes. Hay un falso estereotipo sobre ellas. Hay un movimiento feminista muy reactivo, aunque es cierto que tienen un margen de acción más restringido. En Brasil  viví en condiciones muy precarias. Para mí fue una cura de humildad. Y los niños me ayudaron a reconciliarme con la vida.

¿Cuál cree que ha sido la mejor lección?

Aprendes a relativizar, a comprender que nuestro sistema de vida no es modélico. Es otra forma de entender la vida, el tiempo y las relaciones humanas, te haces consciente de que las acciones en España tienen consecuencias allí.

BIO

Tiene 28 años, es de Cáceres y tiene la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas. Laura trabaja en Granada.