A.E.G., de 51 años y vecino de Hellín (Albacete), ha explicado cómo lo hizo pero ha exculpado, sin embargo, en la vista oral celebrada en la Audiencia Provincial de Almería al otro acusado, copiloto del vehículo, de quien ha dicho que "no sabía nada" de sus planes.

Por su parte, en su declaración en sala, M.A., de 29 años y residente de Talayuela (Cáceres), ha indicado que conoció a A.E.G. "en el barco" y que este se "ofreció a llaverle a cambio de gasoil" al tiempo que ha remarcado que desconocía que en la furgoneta iba escondida una persona.

En el trámite de informes, el fiscal ha modificado el escrito de calificación provisional para retirar la acusación contra él y ha rebajado de cuatro a un año de cárcel la pena solicitada para A.E.G. como autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

A.E.G. tuvo "que modificar algunas piezas del motor" para que el polizón, un compatriota marroquí, "pudiera esconderse" en el hueco antes de embarcar. Este quedó situado junto al propio motor "con el consiguiente peligro de calentamiento y causación de quemaduras e inhalación de gases tóxicos".

La modificación efectuada en la furgoneta Nissan modelo Vanette preveía, además, el cierre del capó desde el interior del vehículo "sin que desde el hueco pudiera abrirse", lo que, junto con el resto de condiciones del viaje hecho para "eludir" el paso fronterizo, "no impidió al acusado facilitarle escondrijo en el vehículo".

A.E. G tenía conocimiento la situación "irregular" del inmigrante, quien iba provisto de una chapa de plástico sobre la que se asentaba en el hueco del motor, cuando iniciaron su viaje el 3 de enero de 2017 desde el norte de África.

Fueron los agentes de la Sección de Especialistas Fiscales del Puerto de Almería que realizaban diferentes controles con motivo del desembarque de los buques con destino a Almería procedentes del norte de África los que hallaron agazapado al polizón e identificaron a los acusados, que eran el conductor del vehículo y su acompañante.