La sentencia, a la cual ha tenido acceso Europa Press, impone además al procesado al pago de 10.000 euros de indemnización a los hijos de la víctima.

El acusado fue juzgado el pasado 22 de enero por separado de los otros dos procesados, todos de nacionalidad rumana. En diciembre de 2016 se celebró el juicio contra el primero de los implicados en el crimen siendo condenado a 12 años de prisión; mientras que el segundo sospechoso, pareja sentimental de la víctima en el momento de los hechos, fue juzgado en septiembre de 2017 recibiendo una condena de 14 años de cárcel.

Durante el juicio el acusado reconoció los hechos, mientras que los otros dos hombres, citados en calidad de testigos, uno reconoció al tribunal que estuvieron "juntos los tres" en la comisión del crimen y que los otros dos le agredieron en Rumanía para que no hablara; mientras que el otro condenado se negó a testificar en la vista al estar pendiente de un recurso de casación.

La sentencia recoge como hechos probados que los tres procesados conocieron al fallecido a principios de verano de 2014 en Madrid. La víctima, de 58 años de edad y con la salud comprometida por varias patologías graves, acogió a los procesados en su casa "asumiendo sus gastos y atendiendo sus necesidades".

Así, en agosto de 2014, la víctima se desplazó a disfrutar de unas vacaciones en un apartamento de su propiedad en Dénia invitando a los tres procesados a acompañarle. Ya en el apartamento, los tres "planearon regresar a Rumanía, apoderándose, previamente, de la mayor cantidad de dinero" que pudieran de la víctima, según indica la acusación pública, que les acusa de homicidio y robo con violencia.

De este modo, el 15 de agosto de 2014, después de cenar la víctima se retiró a descansar a un dormitorio, momento que aprovecharon los tres procesados para abordarle en la habitación y "para menoscabar su integridad física y doblegar su voluntad" mientras uno le agarraba de los genitales los otros le golpeaban e increpaban para que les dijera dónde escondía el dinero, según el relato de la fiscalía.

Como consecuencia de los golpes, la víctima perdió el conocimiento, por lo que le ataron de pies y manos, le metieron unos calcetines en la boca y revolvieron el domicilio apoderándose de 10.000 euros que la víctima guardaba en un armario y en su cartera, así como varias prendas de ropa que introdujeron en unas maletas para huir del lugar inmediatamente.

Según los informes forenses la víctima falleció por asfixia mecánica por obstrucción de vías respiratorias. Los acusados, tras huir del lugar apagaron sus teléfonos y viajaron hasta Rumanía, donde fueron detenidos posteriormente.