El comité de Meirama se encierra en el ayuntamiento de Cerceda para exigir a Gas Natural que garantice la central

  • SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 (EUROPA PRESS)
Encierro en Cerceda para exigir garantías para Meirama
Encierro en Cerceda para exigir garantías para Meirama
REMITIDA
Encierro en Cerceda para exigir garantías para Meirama

El comité de empresa de Meirama se ha encerrado en la mañana de este jueves en el ayuntamiento de Cerceda (A Coruña) para exixir de Gas Natural las inversiones necesarias para dar cumplimiento a la directiva europea que obliga a reducir las emisiones contaminantes y que la central pueda seguir funcionando más allá de 2020.

Además, los trabajadores demandan de la Xunta "que presione a la multinacional para que cumpla con sus compromisos" y del ayuntamiento que apruebe una moción en apoyo a la continuidad de la actividad y del empleo.

El comité calcula que de Meirama dependen 100 puestos de trabajo directos, otros tantos de las auxiliares y los negocios generados en torno a la empresa.

A través de un comunicado emitido por la CIG, el presidente del comité de empresa, Bautista Vega Tato, recuerda que en enero de 2015 el consejo de administración de Gas Natural, reunido en Compostela y presidido por el entonces presidente de la eléctrica, Salvador Gabarró, acordó realizar las obras de transformación necesarias para adaptar a las exigencias comunitarias la central de carbón de Meirama.

"Por entonces, el presidente de la Xunta se apresuró a anunciarlo en rueda de prensa acompañado por el propio Gabarró. Ahora queremos que se acuerde de esto y obligue a la empresa a cumplir", subraya.

Vega Tato destaca que Galicia, durante muchos años, "sufrió las consecuencias de la producción de energía eléctrica por quemar lignito pardo y sigue pagando la corriente como todo el Estado, a pesar de que hay comunidades que no producen un solo kilowatio".

Sin embargo, denuncia, "ahora que se podría producir reduciendo muy considerablemente la contaminación, por falta de inversión, podría obligarse a cerrar la planta de Cerceda".

NORMATIVA EUROPEA

La directiva europea de emisiones industriales entró en vigor en 2016. Da a las empresas un plazo máximo para hacer las reformas necesarias para reducir esas emisiones.

De lo contrario, obliga a cerrar las plantas que no se adapten a los requisitos previstos. Aquellas que se acogieron al plan nacional transitorio tienen hasta 2020 para adaptarse y hacer las inversiones necesarias.

Hay otro plan, que sería por exención por vida útil y que afecta a centrales que tendrían que dejar de producir a partir del 2023 o de 17.500 horas.

Meirama se acogió al primer plan, explica la CIG, y, por lo tanto, tendría que hacer esas reformas de adaptación a la normativa comunitaria antes de 2020.

El presidente de su comité de empresa recuerda que Gas Natural ya tiene hechas inversiones en algunas otras plantas: en León, una desulfuradora, y en Narcea, en Asturias y que está pendiente también de cerrar la planta de Anllares.

ESPERANDO DESDE 2015

Además, el presidente del comité señala que llevan desde 2015 esperando por esas inversiones . "De eso van tres años, los plazos son cada vez más cortos y no se confirmó, para nada, esa inversión necesaria para la instalación de dos plantas: una desulfuradora y una desnitrificadora", afirma.

Vega Tato matiza que las emisiones de partículas contaminantes ya se redujeron cuando se pasó del lignito pardo al carbón de importación. "De 1,4 que tenía de azufre, con el lignito pardo, al 0,09 que tendría el carbón que se quema actualmente", señala.

Asegura que con estas nueva instalaciones se reducirían las emisiones de azufre a atmósfera en torno al 90% y las de hidróxido de nitrógeno en un 80%, aproximadamente, con lo que "se garantizaría que la central, que es absolutamente competitiva, pudiera continuar con su actividad hasta 2040 o 2050.

CIENTOS DE PUESTOS DE TRABAJO

De la planta de Meirama dependen, de acuerdo con los datos de la central nacionalista, 100 puestos de trabajo directos, que forman parte de la plantilla de la empresa principal, y otros tantos de auxiliares, además de los indirectos, de los negocios que viven al lado de la central: proveedores, restaurantes... que suman, según el presidente del comité, "muchos miles de personas".

El encierro del comité en el ayuntamiento de Cerceda es la primera movilización. Ya mantuvo conversaciones con la empresa, pero "como de momento no confirman, solo dicen que no está descartado, hay que demandar una actuación ya".

De no recibir una respuesta, los trabajadores advierten de que seguirán con las movilizaciones. "Hoy está el comité estrictamente, luego sumaríamos a las empresas auxiliares y a todo el mundo implicado", avisan.

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