Nathalie Poza (Madrid, 1972) se ha proclamado ganadora del Goya a la mejor actriz protagonista por su papel en No sé decir adiós, la opera prima de Lino Escalera sobre las relaciones familiares y la dificultad de encarar la muerte.

Poza, que ha salido a recoger su premio con el abanico de #Masmujeres, ha asegurado no sabe si este oficio, el cine, "salvará el mundo" pero que a ella "le ha salvado la vida".

"No sabía que se podía ser tan feliz encima de un escenario sin ser otra", ha dicho la actriz, que ha agradecido a la Academia, a su madre, su padre y su hermano Pedro, a Cristina Rota, su "maestra", y a su compañero de reparto, Juan Diego, un galardón que "deseaba mucho".

También le ha dedicado el primer Goya de su carrera, y su cuarta nominación, a sus amigos, representantes, al director Manuel Martín Cuenca y a su "equipazo" en la película, "pequeña pero que nos ha traído hasta aquí".

Poza ha subrayado que se sentía "muy orgullosa" por haber sido candidata al premio junto a Penélope Cruz, nominada por Loving Pablo, a Maribel Verdú, por Abracadabra, y a la británica Emily Mortimer, por La librería.

Hija de madre francesa y padre español, su trayectoria ha estado muy ligada al teatro y a la compañía Animalario. En televisión ha participado en multitud de series como El comisario, Policías, Lex, Hispania la leyenda, Carlos Rey Emperador o actualmente en Traición.

En cine debutó en 2002 en la comedia de Emilio Martínez Lázaro El otro lado de la cama y su primera nominación a los Goya como actriz revelación le llegó poco después con otra comedia, Días de fútbol.

Repitió candidatura en 2005 con Malas temporadas de Manuel Martín Cuenca, como protagonista, y en 2013, como actriz de reparto en Todas las mujeres. En 2016 formó parte del reparto de Julieta, la última película de Pedro Almodóvar.

En No sé decir adiós, Poza se transforma en Carla, una mujer áspera, silenciosa y encerrada en su caparazón, hija del personaje de Juan Diego y hermana del de Lola Dueñas.