Donde hubo chalés quedan escombros

Los propietarios (izquierda) de las viviendas estuvieron presentes durante el derribo realizado por las máquinas. (M. Rodríguez)
Los propietarios (izquierda) de las viviendas estuvieron presentes durante el derribo realizado por las máquinas. (M. Rodríguez)
Los propietarios (izquierda) de las viviendas estuvieron presentes durante el derribo realizado por las máquinas. (M. Rodríguez)

La Junta ejecutó ayer la sentencia que obligaba al derribo de cinco casas ilegales.

Tardaron varios años en urbanizar una parcela del municipio de Obejo catalogada como suelo no urbanizable. A las máquinas les bastó unas horas para reducir a escombros las edificaciones construidas ilegalmente y sobre las que pesaba una orden judicial de derribo.

La Junta ejecutó ayer la sentencia y restituyó el antiguo paisaje rústico de esta parcela, aunque con cinco montañas de cascotes y escombros que antes no existían. Sólo una de las viviendas demolidas era el hogar habitual de uno de sus propietarios, mientras que las otras cuatro eran segundas residencias.

Las tareas de demolición se ejecutaron ante la mirada atenta de una decena de propietarios afectados y la vigilancia de una treintena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Junta de Andalucía, Guardia Civil y Policía Local de Obejo.

Este derribo, el primero que se produce, tendrá un efecto disuasorio entre aquellas personas que siguen urbanizando en suelo rústico. Se trata de la primera sentencia de estas características y, posiblemente no sea la última, ya que en los juzgados cordobeses existen más de una decena de procedimientos abiertos contra construcciones ilegales, la mayoría de ellas ubicadas en el entorno de Medina Azahara y la Sierra de Córdoba.

Los dueños se querellarán contra el promotor que les vendió la parcela y les dijo que era suelo urbanizable.

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