Los hechos comenzaron con la denuncia del turista en la que manifestaba que encontrándose en inmediaciones de un centro comercial de la zona sur, personas desconocidas lo introdujeron en un vehículo llevándolo a un lugar desconocido, para acto seguido propinarle numerosos golpes y robarle 500 euros y su terminal móvil.

En ese momento, los agentes iniciaron entonces una investigación que permitió determinar no solo la falsedad de la denuncia interpuesta por este, sino que el mismo contaba con un seguro que cubriría la posible pérdida o sustracción de dinero y objetos de valor durante sus vacaciones, por lo que fue detenido como presunto autor de una simulación de delito.