El farmacéutico acusado de golpear a un agente de la Policía Local el 21 de enero de 2006 por negarse a realizar un control de alcoholemia fue juzgado ayer en Alicante. El fiscal solicita para él, J. M. P., una pena de cinco meses por imprudencia al volante (hubo un accidente previo) y otros seis meses por atentado a una autoridad con atenuante. El acusado ha negado la agresión, a pesar de que existe un parte médico de un agente que estuvo de baja por lesiones en un pómulo. En el momento de la agresión, las pruebas de alcoholemia del acusado dieron un 1.06, el triple de lo permitido.